La expectativa es palpable, una mezcla de adrenalina por el enfrentamiento deportivo y la anticipación por el espectáculo que se vivirá en el Caesars Superdome de Nueva Orleans.
Este año, los Philadelphia Eagles y los Kansas City Chiefs se enfrentarán en un juego que promete ser histórico. Los Chiefs buscan un hito sin precedentes: convertirse en el primer equipo tricampeón en la era moderna de la NFL. Una victoria para cualquiera de los equipos marcaría un capítulo importante en la historia del fútbol americano.
Pero más allá del partido, el Super Bowl es sinónimo de “el show del medio tiempo”, un evento musical que año tras año reúne a millones de espectadores a nivel mundial. Este año, la NFL, Apple Music y Roc Nation han elegido a una figura clave para protagonizar este espectáculo: Kendrick Lamar.
“La música rap sigue siendo el género más impactante hasta la fecha. Y estaré allí para recordarle al mundo por qué. Escogieron al indicado,” declaró el propio Lamar en un comunicado. Sus palabras reflejan la confianza y la envergadura del evento que se prepara.
La elección de Lamar no es casual. JAY-Z, fundador de Roc Nation, lo describe como “un artista e intérprete único en su generación. Su profundo amor por el hip-hop y la cultura informa su visión artística. Tiene una capacidad incomparable para definir e influir en la cultura a nivel mundial.”
Incluso Seth Dudowsky, director de música de la NFL, destaca la influencia de Lamar: “pocos artistas han impactado la música y la cultura tan profundamente como Kendrick Lamar”. Su impacto en la cultura popular es innegable.
Si bien hay mucha especulación, por ahora solo se ha confirmado la participación de SZA como artista invitada. La posibilidad de una interpretación conjunta de “All the Stars” genera una gran expectación entre los fans.
Más allá del espectáculo musical, el Super Bowl LIX se perfila como un evento que trascenderá el ámbito deportivo. Una cita ineludible para millones de personas en todo el mundo, un evento que promete ser inolvidable.