En medio de este torbellino, Travis Kelce, el tight end de los Kansas City Chiefs, ha acaparado la atención. Su nombre se ha visto vinculado a una serie de acontecimientos que han generado gran interés en los medios y las redes sociales. Su reciente participación en la “Super Bowl Opening Night” en Nueva Orleans, el pasado 3 de febrero, ya anticipó parte del revuelo.
La noticia que ha detonado la conversación es la asistencia confirmada del Presidente Donald Trump al Super Bowl. Kelce, en una rueda de prensa, declaró que: “Es un gran honor. Creo que, sin importar quién sea el presidente, estoy emocionado porque es el partido más importante de mi vida, y tener al presidente ahí… es el mejor país del mundo, y eso es genial.”
Este comentario, sin embargo, adquiere una dimensión adicional considerando los acontecimientos de meses atrás. Recordemos que el Presidente Trump tuvo fuertes declaraciones contra la novia de Kelce, Taylor Swift, tras su apoyo público a la candidata demócrata Kamala Harris en las elecciones presidenciales de 2024. En una entrevista con Fox & Friends, Trump afirmó: “No soy fan de Taylor Swift… Es una persona muy liberal. Parece que siempre apoya a un demócrata. Y probablemente pagará un precio por ello en el mercado.” Incluso llegó a publicar en Truth Social: “Odio a Taylor Swift.”
La presencia de ambos, Trump y Swift, en el Super Bowl, ha intensificado el interés mediático. El hermano de Travis, Jason Kelce, confirmó la asistencia de Swift al Caesars Superdome para apoyar a su novio. “Todos vienen,” dijo Jason a PEOPLE, agregando: “No quiero hablar por todos, pero creo que, obviamente, toda nuestra familia. Creo que, obviamente, Trav y Taylor, y su familia y sus amigos. Quiero decir, Trav siempre viaja con mucha gente.”
Así, el Super Bowl LIX se perfila no solo como una final deportiva, sino como un escenario de encuentro entre figuras públicas con una historia compartida, cargada de tensiones y controversias que han cautivado la atención de millones.
El evento deportivo, que tendrá lugar el 9 de febrero, se ha convertido en una cita obligada para los amantes del fútbol americano, pero también para quienes siguen de cerca la vida de las celebridades y el acontecer político.