Pero detrás de las luces y el brillo, se esconde una compleja situación legal. Resulta que la canción, un "diss track" dirigido a Drake, ha generado una demanda por difamación contra Universal Music Group (UMG), la disquera que representa a ambos artistas. Drake, de 38 años, alega que UMG sabía que las acusaciones de la canción eran falsas y peligrosas, causándole un daño significativo a su reputación y seguridad personal. "La demanda no se trata del artista que creó 'Not Like Us'," afirman los abogados de Drake en documentos judiciales del 15 de enero, "sino de UMG, la compañía que decidió publicar, promocionar, explotar y monetizar acusaciones que sabía que no solo eran falsas, sino peligrosas."
El problema para Lamar, de 37 años, radica en la posibilidad de que la NFL o FOX, encargados de la transmisión del Super Bowl, censuren su interpretación de "Not Like Us". Se dice que ejecutivos de la liga y la cadena están revisando la letra junto con sus equipos legales para evitar problemas con la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones).
La tensión se intensifica al saber que la canción contiene fuertes críticas hacia Drake, llegando a llamarlo "pedófilo certificado". Aunque la actuación de Lamar en la ceremonia de los Grammy no sufrió censura, el escenario del Super Bowl es muy diferente, con una audiencia global mucho más extensa.
Fuentes aseguran que la decisión de incluir "Not Like Us" en la presentación de Lamar está tomada, pero la extensión de la canción que se mostrará es lo que está en discusión. Se espera que Lamar, junto con SZA, participe en un ensayo la semana del Super Bowl.
Por su parte, UMG ha negado las acusaciones de Drake, afirmando que es "ilógico pensar que buscarían dañar la reputación de cualquier artista, y mucho menos la de Drake." La compañía enfatizó su inversión en la carrera de Drake y lo calificó de una colaboración exitosa. La empresa además argumentó que Drake siempre ha utilizado UMG para sus "batallas de rap", y ahora intenta "silenciar la expresión creativa de un artista".
Mientras tanto, el misterio de qué versión de "Not Like Us" presenciaremos en el Super Bowl LIX permanece. La controversia añade una capa de intriga a un evento ya de por sí altamente anticipado.