Michael Rapaport espera ver a Taylor Swift llorar por posible derrota de Travis Kelce
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Nicol Matuz ScottEl comediante Michael Rapaport, conocido por sus opiniones a veces controvertidas, ha expresado abiertamente su deseo de ver a Taylor Swift derramando lágrimas tras una posible derrota de su novio, Travis Kelce, jugador estrella de los Chiefs. En una entrevista en el programa matutino "94WIP Morning Show With DeCamara & Ritchie", Rapaport declaró: “Espero ver a Taylor Swift llorar. Quiero ver si su máscara de pestañas aguantar después de una derrota monumental.”
Rapaport, un declarado fanático de los New York Giants, no se ha mantenido al margen de la expectación generada por la presencia de Swift en el evento. Se sabe que la cantante asistirá al juego en Nueva Orleans, tal como confirmó el propio hermano de Travis, Jason Kelce. Esta será la segunda Super Bowl LIX consecutiva a la que asiste Swift para apoyar a su pareja, a quien comenzó a salir a principios del otoño de 2023.
El humorista extendió sus críticas más allá de la pareja, incluyendo en su diana a Patrick Mahomes, quarterback de los Chiefs: “Estoy harto de Mahomes, harto del bigote y los cortes de pelo de Travis Kelce”, comentó con un tono sarcástico. Sus declaraciones han generado una ola de reacciones en redes sociales, dividiendo opiniones entre quienes encuentran el comentario gracioso y quienes lo consideran fuera de lugar.
La historia no termina ahí. Recordemos que el año pasado, Swift celebró la victoria de los Chiefs en Las Vegas junto a su madre, Blake Lively e Ice Spice, incluso compartiendo un beso con Travis en el campo. Este año, la presión es mayor. Kelce, en una conferencia de prensa, comentó sobre la influencia de Swift en su rendimiento: “Mejor cumplo con mi parte del trato, ¿verdad? Si ella está ahí afuera siendo la superestrella que es, nunca aceptando un no por respuesta y siempre trabajando duro, mejor igualo esa energía.”
Mientras la expectativa por el juego aumenta, la atención mediática se centra también en la reacción de Swift ante el resultado, con Rapaport como un espectador ansioso por presenciar cualquier muestra de decepción de la cantante. La rivalidad traspasa la cancha, creando una narrativa paralela al encuentro deportivo.
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