Kanye West exige a Donald Trump la liberación de Diddy tras escándalo en los Grammy
![like image](/assets/like.webp)
El rapero, conocido por sus controvertidas acciones, ha generado revuelo con mensajes en sus cuentas de Instagram y X, donde pide la liberación de Sean "Diddy" Combs. Este pedido, expresado con la frase “Free Puff”, se produce pocos días después del escándalo en los Grammy, donde su pareja, Bianca Censori, apareció semidesnuda. El mensaje iba dirigido, incluso, al presidente Donald Trump: “POR FAVOR LIBERA A MI HERMANO PUFF,” escribió Kanye West en una publicación donde además arremetió contra la pasividad ante los problemas de otras figuras públicas, incluyendo a Chris Brown.
Pero la controversia no se queda ahí. Paralelamente a su campaña en redes sociales, West ha lanzado una línea de mercancía de la marca Sean John de Combs, anunciando que el 50% de las ganancias serán destinadas al propio Combs. Las playeras, disponibles en su página web Yeezy.com a $20 USD cada una, muestran la colaboración “YEEZY SEAN JOHN” en diferentes colores. El mismo Kanye afirmó que este proyecto fue "discutido con mi hermano antes de que lo encarcelaran, dividiendo las ganancias 50/50".
La reacción del público ha sido, en su mayoría, negativa. Muchos cuestionan la decisión de West de apoyar a Combs, considerando las acusaciones de tráfico sexual en su contra. Los comentarios en redes sociales van desde la incredulidad y el disgusto, hasta acusaciones de buscar polémica para mantenerse relevante. Algunos usuarios han recordado la rica historia musical de West, contrastándola con sus acciones actuales, expresando su decepción con frases como: “No puedo creer que sea el mismo tipo que hizo Graduation.”
Mientras tanto, se han presentado nuevas demandas contra Combs, incluyendo una acusación de agresión sexual y suministro de drogas por un hombre que asegura haber sido víctima del cantante en 2015. La acusación detalla una noche en un club nocturno de California donde, bajo los efectos de una bebida suministrada por Combs, fue supuestamente drogado y agredido sexualmente. El demandante alega que el poder e influencia de Combs le impidieron denunciar el incidente anteriormente. La defensa de Combs insiste en su inocencia y confía en un veredicto favorable.
La situación plantea un complejo escenario donde se entrelazan el activismo aparentemente impulsivo de West, las serias acusaciones contra Combs, y la respuesta contundente de un público que exige responsabilidad y cuestiona las acciones de sus ídolos. El caso promete una batalla legal prolongada y mantiene a la opinión pública cautivada.