El encargado de encender el Caesars Superdome el próximo domingo será Kendrick Lamar, un artista que ha conquistado la escena musical con su peculiar estilo y sus letras cargadas de significado. Su reciente triunfo en los Grammy 2025, con cinco premios gracias a su controversial canción ‘Not Like Us’, ha catapultado aún más su carrera y ha intensificado su rivalidad con Drake, con quien, irónicamente, colaboró en el pasado (2011).
“Mi narrativa. Siempre he sido abierto a la narración de historias en mi catálogo desde que inicié,” afirma Lamar, destacando la importancia de la narrativa en su trabajo. Esta canción, que según algunos medios califica a Drake de “pedófilo”, ha generado un gran revuelo en la industria musical, pero no opaca el innegable talento del artista.
Reconocido por sus fusiones únicas de jazz, funk y soul, Lamar utiliza su música como un vehículo para abordar temas cruciales como la identidad racial, la lucha social, la pobreza y la violencia. “Me gusta hacer que la gente escuche, pero también que vea y piense un poco,” comentó el artista, describiendo su objetivo de conectar con su audiencia a un nivel más profundo.
El reto para Lamar radica en condensar su narrativa en los 13 minutos del espectáculo de medio tiempo. Sin embargo, el artista se muestra confiado: “Quiero llevar esa energía al espectáculo y que el mundo lo vea. Deseo que esa energía llegue a la gente que está en el estadio y a los que están frente al televisor.”
Además de Lamar, el Super Bowl LIX contará con otras destacadas presentaciones musicales. Jon Batiste, nativo de Luisiana, interpretará el himno nacional, mientras que Trombone Shorty y Lauren Daigle, también oriundos de la región, deleitarán al público con ‘America the Beautiful’.
La combinación de un emocionante juego y un espectáculo de medio tiempo con la fuerza narrativa de Kendrick Lamar promete una experiencia inolvidable para todos los espectadores. La expectativa es alta, y la cuenta regresiva para el gran evento ya ha comenzado.