Mario Bezares: La cruda lucha contra el alcoholismo que marcó su vida
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Ahora, un capítulo poco conocido sale a la luz, ofreciendo una perspectiva íntima de su pasado.
Recientemente, en una entrevista con El Escorpión Dorado, Bezares reveló detalles conmovedores sobre una batalla personal que libró durante años. No se trata de escándalos ni controversias mediáticas, sino de una lucha contra una adicción que lo marcó profundamente: el alcoholismo.
El relato de Bezares es crudo y honesto. Describió un consumo que llegaba a niveles alarmantes: "Cuando era bien pedote me aventaba dos y media botellas de todo al día, como agua", confesó. Este hábito, además de afectar su salud, generó problemas significativos en sus relaciones personales, especialmente con su esposa, Brenda.
La situación llegó a un punto crítico. Las consecuencias de su adicción se manifestaron en actos impulsivos y costosos: "Me daba el tomador regalador y el llorón. Le regalé un reloj a un amigo mío, ahorita ha de costar como 300 mil pesos; regalé chamarras. Era la cartera más rápida del oeste". Estos excesos, junto con el dolor que causaba a su familia, fueron el detonante del cambio.
Fue en 2009, después de una fuerte discusión con Brenda, que Bezares decidió enfrentar su problema. La anécdota, llena de detalles emotivos, muestra el punto de inflexión en su vida: "En el 2009 decidí dejar de fumar porque la garganta la tenía hecha mier... Para celebrar la despedida del cigarro, me reventé dos botellas de tequila y empezamos a discutir mi mujer y yo. Llegamos a la casa, se encerró en mi cuarto, yo dormí en la recamara de mis hijos, me levanté en la mañana y estaba abierta la recamara y la escucho llorar. Ahí le dije que iba a intentar dejar de tomar".
Desde entonces, Bezares asegura llevar 15 años sobrio. Una lucha silenciosa, que hoy comparte para inspirar a otros. Sus declaraciones en el programa, más allá del entretenimiento, son un testimonio de resiliencia y una ventana a la fragilidad humana.
Ahora, Bezares continúa su camino, balanceando su vida pública con la serenidad que le ha dado la sobriedad. Un cambio que, sin duda, marcó un antes y un después en su historia personal.