Ariana Grande genera preocupación por su salud tras su aparición en los BAFTA
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La actriz y cantante Ariana Grande, de 31 años, ha estado en el centro de la atención tras su aparición en los premios BAFTA. Su aspecto en la ceremonia, con un vestido Louis Vuitton de color rosa y negro, reveló una figura notablemente más delgada, lo que ha generado especulaciones sobre su estado de salud. Su esternón era claramente visible, un detalle que no pasó desapercibido para los asistentes y, posteriormente, para los usuarios de redes sociales.
Fuentes cercanas a la artista, citadas por Page Six, expresaron su preocupación por la agenda "incesante" de Grande. Un ex-compañero de trabajo describió la situación: "Es físicamente muy demandante. No creo que su cuerpo sepa cuándo necesita comer. Duermes cuando deberías estar despierta, y estás despierta cuando deberías dormir. Entre eso y las exigencias de la moda —el cabello, el maquillaje, las uñas— es una carrera sin parar. Es sobrehumano."
Esta intensa actividad, según la fuente, afecta considerablemente su bienestar físico y mental. "Siempre tienes que estar activa. Debes ser muy cuidadosa con lo que dices, siempre tienes que estar pensando: 'Si digo esto, ¿saldrá así?' Tu cerebro trabaja sin parar", explicó. Otra fuente coincidió en que la presión es constante.
La situación se complica aún más si consideramos que Grande ha lidiado con la ansiedad durante años. Aunque un antiguo empleado asegura que "nunca tuvo la sensación de que no le gustara cómo era o cómo se veía", la imagen pública de la artista ha generado comentarios sobre su cambio físico, particularmente desde que se tiñó el pelo de rubio platinado para su papel en "Wicked".
La propia Grande ha abordado el tema en el pasado, reconociendo en un video de TikTok que su apariencia previa, considerada por algunos como "saludable", correspondía a un momento de gran vulnerabilidad: "Estaba tomando muchos antidepresivos, bebía con ellos y comía mal, y estaba en el punto más bajo de mi vida cuando me veía de la forma que ustedes consideran mi versión saludable."
Su participación en la película "Wicked", su reciente promoción en Tokio, y las reacciones a su apariencia, han puesto de relieve el complejo equilibrio entre la vida personal y la carrera en el mundo del entretenimiento, y la importancia del cuidado personal en medio de las exigencias profesionales.
La artista ha expresado su malestar por los comentarios sobre su físico, haciendo énfasis en la necesidad de empatía y respeto a la privacidad. Un antiguo compañero de escena, Joey LaVarco, reflexionó sobre la capacidad de resiliencia que se desarrolla en el mundo del espectáculo, destacando los desafíos y las recompensas de una carrera en Broadway.