Radamés de Jesús: Cruda lucha contra el alcoholismo

Recientemente, una entrevista realizada al comediante Radamés de Jesús, conocido por su participación en el programa Guerra de Chistes de Telehit, ha revelado aspectos íntimos de su vida. En una conversación con el actor Jorge "El Burro" Van Rankin, Radamés compartió detalles impactantes sobre su dura batalla contra el alcoholismo.
Su testimonio no se limitó a una simple confesión; fue un relato crudo y honesto de cómo su adicción llegó a definir su día a día. "Yo no era de un pozolito y de una chelita. Me despertaba con un madrazo de Bacardí blanco, así de Coca y de Hidalgo. Si estoy vivo es porque Dios me quiere, neta. El pedo que yo hacía era que me preparaba, me daba un put... de alcohol, había perico y se prendía de nuevo la fiesta," reveló Radamés, describiendo una rutina alarmante que incluía el consumo de otras sustancias.
La gravedad de su situación quedó aún más clara cuando un médico le advirtió sobre el riesgo inminente de muerte. "En la noche, para dormir, me metía rivotril. Un día, platicando con un doctor me dice 'estás vivo de milagro. ¿Eso lo hiciste un día?' No, eso llevaba haciéndolo 15 días," recordó, resaltando la magnitud de su dependencia y la suerte de haber sobrevivido.
Más allá del impacto personal, Radamés busca un propósito mayor al compartir su experiencia. Su testimonio, cargado de vulnerabilidad, busca crear conciencia y ayudar a otros que puedan estar enfrentando situaciones similares. Su objetivo es claro: prevenir tragedias, tanto para quienes sufren la adicción como para aquellos que los rodean. La honestidad con la que relata su lucha contra la adicción busca generar un impacto positivo, convirtiendo su experiencia en una herramienta de prevención.
El relato de Radamés, más que una simple anécdota, representa un llamado a la reflexión sobre la importancia de la salud mental y la búsqueda de ayuda ante problemas de adicción. Su valentía al compartir públicamente su historia es un ejemplo de cómo la vulnerabilidad puede convertirse en fuerza y esperanza para otros.