Crece presión para que el príncipe Harry y Meghan pierdan sus títulos reales

En medio de este contexto, el nombre de Príncipe Harry y Meghan Markle, Duquesa de Sussex, ha vuelto a acaparar los titulares. Recientemente, una encuesta del Express, que consultó a 4500 personas, reveló que un 97% de los participantes considera que el Rey Carlos III debería retirarles sus títulos reales. Esta cifra refleja la creciente frustración de una parte significativa de la población británica.
El descontento se ha intensificado tras las declaraciones de Harry a la BBC, donde habló sobre la fracturada dinámica familiar, solo horas después de perder su apelación por financiamiento público para su seguridad en el Reino Unido. Una ciudadana británica, indignada, comentó a The Post: “¿Por qué demonios nosotros, el público británico, tenemos que pagar esto?”, refiriéndose a la financiación pública de la seguridad para Harry, Meghan y sus hijos. Otra persona, quien alguna vez apoyó a la pareja, expresó su creencia de que Harry y Meghan han hecho todo lo posible por avergonzar a la monarquía, especialmente en un momento tan delicado para el Rey Carlos, quien enfrenta problemas de salud.
Un incidente particular ha añadido combustible al fuego. Se supo que Meghan usó el título de "Su Alteza Real" (HRH) en una nota privada incluida en una canasta de regalo enviada a Jamie Kern Lima. Aunque fuentes cercanas a la duquesa afirman que fue un uso privado e informal, y no una violación del acuerdo con la Reina Isabel II, la noticia ha generado un nuevo debate sobre el respeto al acuerdo alcanzado en 2020, cuando la pareja renunció a sus funciones reales. En ese momento, el Palacio de Buckingham emitió un comunicado indicando que los Sussexes no usarían sus títulos HRH al no ser miembros activos de la familia real. "La Reina estaba fuertemente opuesta a la idea de un 'mitad dentro y mitad fuera' en la vida real", según se recuerda de una conversación con su nieto.
El incidente destaca la dificultad de equilibrar las expectativas públicas con la vida privada en un contexto de atención mediática tan intensa. La situación pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre la monarquía, el público y los miembros de la familia real que buscan un camino diferente dentro y fuera de las tradiciones establecidas.
Tras el anuncio de su salida de la vida pública, los títulos fueron rápidamente retirados de la página web oficial de la familia real. El debate público continúa, y la opinión británica se muestra dividida, pero una cosa es clara: las decisiones de la familia real siguen resonando fuertemente en el ámbito nacional e internacional.