Guadalupe Loaeza: Lucha contra el cáncer de hígado

Hablamos de Guadalupe Loaeza, una mujer que ha desafiado convenciones y roto moldes a lo largo de su carrera, reconocida por obras como "Las niñas bien" y "Compro, luego existo". Su voz, tan crítica y aguda, ahora se centra en un tema profundamente personal: su lucha contra el cáncer de hígado.
En una entrevista reciente, Loaeza reveló el diagnóstico, un momento que la obligó a confrontar la finitud y la fragilidad de la vida. El proceso comenzó con molestias estomacales, inicialmente atribuidas a problemas en la vesícula. Sin embargo, un gastroenterólogo le reveló la impactante verdad: “Estaba en el hospital y de repente veo llegar a muchos médicos, los cuatro con caras largas, y me dicen: ‘tiene cáncer de hígado’”.
La noticia, lejos de paralizarla, la impulsó a una profunda reflexión. A sus 78 años, la perspectiva sobre el tiempo y la vida misma ha experimentado un giro radical. “Tengo 78 años, pero estoy atravesando por un momento difícil porque tengo cáncer en el hígado, entonces esa condición, esa circunstancia tan adversa te hace ver las cosas distintas respecto al tiempo," confesó con serenidad.
El tratamiento, que incluye una pastilla cada dos meses, inyecciones y estudios periódicos (PET), se centra en evitar la metástasis. Sin embargo, para Loaeza, este desafío trasciende lo puramente médico. Se trata de una oportunidad para reevaluar prioridades, profundizar en la fe, y nutrirse del humor y la empatía.
Este proceso la ha llevado a valorar las relaciones humanas auténticas, alejándose de ambientes tóxicos y rodeándose de personas positivas y creativas. “Te vuelves más empática, ya si te critican no tienes tiempo de arreglar cosas, ya no importa, ya no hay tiempo,” reflexiona.
Más allá del diagnóstico, la historia de Guadalupe Loaeza resuena con la fuerza de una vida dedicada a la palabra, a la observación aguda y a la crítica social. Una vida que, incluso ante la adversidad, sigue escribiendo su propio capítulo, un capítulo que, sin duda, dejará una huella imborrable.
Su legado trasciende sus obras literarias; es un ejemplo de resiliencia y una invitación a la introspección, un llamado a vivir con intensidad y a encontrar sentido en cada momento, sin importar el contexto.