Nueva York, NY
Entre 30 y 40 familias se unieron para presentar una queja formal contra el gobierno de NY.
Más de 30 familias mexicanas que viven en los edificios aledaños a los dos que colapsaron en marzo pasado, en East Harlem, preparan una demanda legal contra el gobierno de Nueva York debido a los problemas que les causó el incidente.
Las familias se quejan de que sus departamentos presentan niveles de plomo y de asbestos mayores a los permitidos por las autoridades de salud, además que exigen compensaciones por los daños sufridos en sus hogares, que van desde ventanas rotas hasta techos colapsados.
Hasta este momento no nos ha ayudado nadie. Un grupo de la calle 117 nos dio una parrilla, ollas y sartenes, porque no teníamos nada para cocinar. Explotó la ventana y entró todo el polvo. Pusieron la ventana, pero luego de un mes”, dijo Francisca Díaz, nacida en Guerrero.
Díaz aseveró que ocho días después de la explosión del 12 de marzo, autoridades le permitieron a ella y a sus tres hijos regresar a vivir a su departamento, aunque éste estaba lleno de polvo, con la ventana tapiada con tablas.
“Era un olor muy fuerte. Ahora ya limpié todo, tuve que hacerlo cuando llegamos. Luego mandaron a alguien, pero ellos ya no hicieron nada”, se quejó Díaz.
Cientos de familias fueron evacuadas de edificios aledaños tras la explosión en East Harlem en que murieron ocho personas, tres de ellas de origen mexicano, en un barrio compuesto por clase trabajadora y que ha sido por tradición un enclave de la comunidad latina en Manhattan.
La mayoría de las familias ya regresaron a sus hogares, aunque muchas de ellas se quejan de daños severos a su propiedad y de posibles consecuencias para su salud y la de sus hijos por los tóxicos en el ambiente. Asimismo, ninguna de las viviendas aledañas a la explosión tiene aún servicio de gas.