Washington, DC
El Presidente dijo que necesita varios días para determinar cómo ayudará su país a Irak.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el viernes que necesita varios días para determinar cómo su país ayudará a Irak a enfrentar a milicianos insurgentes, pero descartó enviar tropas y afirmó que cualquier intervención dependerá de una mayor participación de los líderes iraquíes.
Obama no describió la “gama de opciones” que está considerando para combatir al Estado Islámico en Irak y el Levante (ISIL, por su sigla en inglés), un grupo al que describió como “despiadado” y una “organización terrorista” que podría ser una amenaza para los estadounidenses.
El mandatario estadounidense dijo que los líderes iraquíes necesitan dejar a un lado sus diferencias sectarias para lidiar con la amenaza y afirmó que Estados Unidos se iniciará una “diplomacia intensa” en la región para intentar impedir que la situación empeore.
“Estados Unidos no se involucrará simplemente en una acción militar ante la ausencia de un plan político por parte de los iraquíes que nos dé alguna garantía de que están preparados para trabajar juntos”, declaró Obama a periodistas en la Casa Blanca.
Agregó que le preocupa que ISIL pueda intentar invadir sitios sagrados de los chiíes, creando conflictos sectarios “que podrían ser muy difíciles de mitigar”. Los rebeldes son musulmanes suníes, mientras que el Gobierno del primer ministro Nuri al-Maliki en Bagdad es dominado por chiíes.
“Este es un problema regional y va a ser un problema a largo plazo. Vamos a tener que combinar acciones selectivas por parte de nuestras fuerzas militares para asegurarnos de que vayamos detrás de terroristas que podrían herir a nuestro personal en el extranjero o eventualmente atacar nuestro país”, sostuvo.
Obama afirmó que quiere revisar la inteligencia disponible sobre la situación en Irak, de modo que las acciones estadounidenses sean “selectivas, precisas y tengan efecto”.
También afirmó que consultará con el Congreso estadounidenses, donde los republicanos lo han criticado por no negociar un acuerdo en Irak en virtud del cual Estados Unidos hubiera dejado a un pequeño contingente luego de retirar a sus tropas a fines del 2011.
Los demócratas de Obama son renuentes a ver in tervenciones militares tras la larga guerra que comenzó con la invasión del 2003 liderada por Estados Unidos para derrocar al presidente Saddam Hussein.
“Miren, Estados Unidos ha invertido mucho dinero en estas fuerzas de seguridad iraquíes”, comentó Obama a periodistas.
Obama conversaría con líderes extranjeros sobre la situación el fin de semana, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, a periodistas a bordo del avión presidencial.
Earnest agregó que el Gobierno aún no ha discutido sobre posibles intervenciones con Irán, el vecino de Irak en el este y que respalda a Maliki.
Obama dijo que la insurgencia no ha causado hasta el momento grandes interrupciones al suministro de petróleo desde Irak, pero que si los militantes toman el control de las refinerías, otros productores de crudo en Oriente Medio necesitarían compensar la brecha.
“Eso será parte de las consultas que tendrán lugar durante el curso de esta semana”, concluyó el mandatario.