KP.2, una variante del coronavirus perteneciente a la familia ómicron, se ha convertido en la cepa dominante en Estados Unidos. Aunque esta variante presenta mutaciones, sigue siendo parte de la familia ómicron. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), KP.2 fue responsable de casi el 30% de los nuevos casos de covid-19 entre el 28 de abril y el 11 de mayo. Esta cifra representa un aumento significativo respecto al 16% de casos registrados en las dos semanas previas.
Desde el inicio de la pandemia, hemos estado lidiando con nuevas variantes. La cepa original fue desplazada por Alfa, luego Beta, Delta y finalmente ómicron. Ahora, KP.2 parece estar desplazando a JN.1 y subvariantes similares, que antes eran dominantes en Estados Unidos. KP.2 parece ser más contagiosa que las variantes anteriores, lo que significa que se propaga fácilmente. La buena noticia es que no parece causar una enfermedad más grave que las variantes previas. Además, las vacunas y tratamientos actuales parecen ser efectivos contra KP.2.
Síntomas de la infección por KP.2
Los síntomas son similares a los de otras variantes, incluyendo secreción nasal, dolor de garganta, dolor de cabeza, fiebre, tos y dolores corporales. Algunas personas pueden experimentar síntomas más graves, como dificultad para respirar. El covid-19 también podría exacerbar afecciones subyacentes como la insuficiencia cardíaca. Las pruebas rápidas de antígenos son un método fácil y conveniente para detectar covid-19, aunque no son tan confiables ni precisas como las pruebas de PCR. Las vacunas existentes deberían tener actividad contra KP.2.
Los CDC han emitido una guía que recomienda una segunda inyección de la vacuna que se lanzó por primera vez en el otoño de 2023 para las personas de 65 años o más. Se espera que los funcionarios federales de salud recomienden una versión recientemente formulada de la vacuna covid-19 en el otoño.
Se supone que las nuevas serán diferentes de las vacunas actuales, ya que las últimas vacunas estarán destinadas a las variantes que se prevé estarán en circulación durante el otoño y el invierno. Ahora, la agencia recomienda que las personas diagnosticadas con covid-19 se queden en casa hasta que no tengan fiebre durante al menos 24 horas y sus síntomas mejoren. Durante los próximos cinco días, aún deben intentar tomar precauciones adicionales, como usar mascarillas y limitar el contacto cercano con otras personas.
Las personas con alto riesgo de desarrollar una enfermedad grave a causa del covid-19 deberían considerar consumir tratamientos antivirales. Esa categoría de alto riesgo incluye personas mayores, personas inmunocomprometidas y aquellas con afecciones médicas subyacentes graves. Hay dos medicamentos orales disponibles y también hay una inyección de un tercer antiviral.