Este domingo, Joe Biden comunicó su decisión de abandonar la competencia por la presidencia de Estados Unidos contra Donald Trump, un giro significativo en la campaña. En una carta compartida en sus redes sociales, Biden indicó que, aunque había contemplado buscar la reelección, concluyó que sería más favorable para su partido y para el país renunciar a seguir en la contienda y enfocarse exclusivamente en cumplir con sus obligaciones como presidente durante el resto de su mandato.
Dado a esto, ha comenzado un procedimiento para elegir al reemplazo de Joe Biden en la carrera presidencial hacia las elecciones en noviembre. Aunque enfrenta desafíos, el Comité Nacional Demócrata (DNC), encargado de la planificación de la convención, dispone de protocolos establecidos para este reemplazo.
El procedimiento para reemplazar al presidente en la contienda presidencial demócrata comienza con la notificación formal al DNC de su decisión de retirarse. Posteriormente, el comité convocaría una reunión extraordinaria donde el comité de normas y reglamentos establecería el proceso para la sustitución. Debido a que el retiro ocurrió antes de la convención de agosto, el candidato sustituto será decidido durante dicho evento.
Joe Biden posee una considerable influencia en la elección de su sucesor, ya que actualmente tiene el control sobre 3,908 de los 3,939 delegados. La forma en que estos delegados son elegidos está determinada por las leyes estatales, y en 14 estados, inicialmente, están obligados a votar por el candidato que ganó la primaria estatal. Además, el presidente puede decidir liberar a sus delegados para que voten libremente entre los posibles aspirantes que se presenten. El candidato que logre obtener el respaldo de al menos 1,976 delegados será el ganador.