En el condado de Sarasota, cerca de Tampa en Florida. la rutina se vio interrumpida por un accidente que conmocionó a una comunidad estudiantil. Un autobús escolar, vacío de estudiantes pero con un destino incierto, se desvió de su ruta y se impactó en el estacionamiento de un Publix.
El impacto, seco y contundente, resonó entre los vehículos estacionados, uno de los cuales albergaba a un ocupante que, por fortuna, resultó ileso. El conductor del autobús, un hombre de 59 años proveniente de North Port, no pudo evitar el destino que le esperaba. Un problema médico, repentino e implacable, lo había desviado de su curso, llevándolo a un desenlace fatal.
Las sirenas se escucharon mismas que anunciaban la llegada de los servicios de emergencia. La Patrulla de Carreteras de Florida, encargada de reconstruir los fragmentos del accidente, se encontraron con el autobús escolar y el conductor fallecido quien habría presentado un problema de salud antes de impactarse.
La escena del accidente, ahora custodiada por la cinta amarilla que delimita la tragedia, se convirtió un trágico y fatal escenario. La investigación sigue su curso, sin embargo al dar a conocer que hubo una condición medica de por medio, se habrían de descartar otros posibles motivos del accidente.