Avelino Medel II fue impactado por un disparo del oficial Gabriel Walker Prado el pasado 6 de abril. Según la versión de la policía, se recibió una llamada al 911 reportando una disputa entre dos hombres en un complejo de departamentos. Al llegar al lugar, los oficiales escucharon gritos y se identificaron.
Tras observar a Medel a través de la puerta del patio, el oficial Prado, alegando que Medel tenía un arma, le disparó. Medel fue trasladado al hospital y dado de alta al día siguiente. Sin embargo, el abogado de Medel, Jeff Edwards, presenta una versión completamente diferente de los hechos.
Edwards asegura que Medel y su padre estaban discutiendo, y que Medel tenía un arma apuntando hacia arriba mientras se dirigía a la puerta principal. "Tenía un arma, como le correspondía por ley. La tenía levantada en el aire de forma no amenazante y había conversado en voz alta con su padre"
"Ahora bien, si hablar en voz alta con un padre es una licencia para usar la fuerza letal, esta comunidad está en serios problemas", afirma Edwards. La demanda interpuesta por Edwards acusa a la policía de Austin (APD) de tener un historial de uso excesivo de la fuerza y de no tomar medidas para desescalar las situaciones.
"El problema es que nadie se ha molestado en exigir responsabilidades a los agentes", comenta el abogado. El incidente ha generado un intenso debate en Austin, con muchos cuestionando la justificación del uso de la fuerza letal en este caso. La comunidad exige una investigación exhaustiva y transparente que arroje luz sobre lo ocurrido.
La polémica se centra en la línea que separa la defensa propia de la aplicación excesiva de la fuerza, y en la necesidad de que las autoridades rindan cuentas por sus acciones.