La decisión, que revoca un precedente anterior, establece que el simple olor a cannabis quemado ya no es suficiente para justificar un registro sin orden judicial.
Este fallo unánime de los seis jueces se basa en el cambio drástico en las leyes sobre cannabis en el estado. La decisión surgió de un caso de 2020, donde un oficial de policía estatal registró un vehículo únicamente por el olor a cannabis. El tribunal declaró que, en ausencia de otras circunstancias sospechosas, tal registro no está justificado.
La decisión ha provocado preocupación entre las fuerzas del orden sobre cómo afectará su capacidad de hacer cumplir las leyes contra el tráfico de drogas y la conducción bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, la Corte Suprema de Illinois aclaró que el olor a marihuana aún puede formar parte de un conjunto más amplio de circunstancias sospechosas que justifiquen un registro.
Este fallo sigue una tendencia nacional, con estados como Kansas, Massachusetts, Minnesota y Pensilvania adoptando decisiones similares. La Corte Suprema de Illinois comparó la regulación del cannabis con la del alcohol, donde la posesión es legal en general, pero sigue siendo ilegal en determinadas circunstancias.
Para los defensores de los derechos civiles, esta decisión representa una victoria para la protección constitucional contra registros irrazonables.