Tammie Rogers, una residente de 57 años del complejo Cuney Homes, representa la realidad de muchas personas que buscan un hogar seguro y digno. El lugar que debería ser su refugio se ha convertido en un "agujero infernal", según la descripción de su vecina, Shelia Turner.
La vida en Cuney Homes, el complejo de viviendas más antiguo de Houston, se ha convertido en un calvario para Tammie. No solo enfrenta una infestación de ratas que la mantiene encerrada en su apartamento, sino que también teme por su seguridad ante los constantes actos de violencia con armas de fuego que se suceden en la propiedad.
El problema se agrava aún más por su condición médica. Tammie tiene un solo riñón y su médico ha recomendado que se traslade a un lugar más seguro y confortable, por lo que ha solicitado un cambio de apartamento a la Autoridad de Vivienda de Houston. Sin embargo, sus solicitudes han sido ignoradas a pesar de la carta de su médico que avala la necesidad médica de su traslado.
La historia de Tammie no es un caso aislado. Una auditoría reciente de la Autoridad de Vivienda reveló "debilidades" e "incumplimiento" en la gestión de sus programas principales. Estos errores, principalmente relacionados con problemas de papeleo y errores humanos, han provocado retrasos en las listas de espera para solicitudes como la de Tammie.
Mientras la ciudad planea demoler y reconstruir Cuney Homes, la lucha de Tammie y otras personas que habitan este complejo continúa. Su anhelo por un hogar tranquilo y seguro parece quedar en un limbo, mientras que el tiempo juega en contra de su salud y bienestar.