Un grupo de jóvenes, con la emoción de la noche reflejada en sus pasos, caminaba hacia el recinto cuando un incidente violento les arrebató la alegría. Un grupo de personas que circulaba en bicicletas se acercó al trío, y en un abrir y cerrar de ojos, la violencia se desató. Tres jóvenes, con la promesa de una noche inolvidable por delante, fueron alcanzados por las balas. Uno de ellos, de tan solo 18 años, recibió un disparo en el pecho, y su vida se apagó en el hospital al día siguiente.
Un testigo, identificado como Thomas Kendall, relató el horror que vivió al ver a su propio hermano gravemente herido. La policía informó que otro joven de 19 años sufrió un disparo en las costillas y se encuentra en estado crítico, mientras que un adolescente de 15 años resultó con una herida de bala en la mano y una lesión en el abdomen, su condición es estable.
El incidente, un trágico recordatorio de la violencia que acecha en las calles de Chicago, conmocionó a la ciudad y a los asistentes al concierto.
La policía continúa investigando el tiroteo sin tener a ningún sospechoso bajo custodia.