La atención se centró principalmente en los retiros de productos de carne y aves de marcas reconocidas como Boar’s Head y BrucePac, así como en hamburguesas contaminadas con E. Coli.
Estos sucesos han puesto de manifiesto la importancia de un sistema eficiente de detección de riesgos y respuesta ante problemas de seguridad alimentaria. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) asegura que el número de retiros de productos alimenticios ha sido "generalmente consistente" con años anteriores, algunos expertos cuestionan la interpretación de esta "consistencia".
"Si los números son consistentes, entonces algo está mal", afirma Peter Pitts, excomisionado asociado de la FDA y cofundador del Centro para la Medicina en el Interés Público.
Pitts argumenta que, con el tiempo, la capacidad del sistema para identificar problemas debería mejorar, no mantenerse igual.
La preocupación se intensifica con el retiro de 5,453,000 kg de productos de BrucePac debido a contaminación por listeria, así como con el brote de listeria en carnes frías de Boar’s Head que afectó a 19 estados, hospitalizó a 59 personas y causó 10 muertes.
La FDA describe el suministro alimentario de Estados Unidos como uno de los más seguros globalmente, pero es evidente la necesidad de un esfuerzo conjunto entre la industria, las agencias estatales y el gobierno federal para fortalecer la seguridad alimentaria. La colaboración, la mejora en la recopilación y análisis de datos, y un enfoque proactivo en la identificación de riesgos son fundamentales para garantizar la seguridad de los alimentos que consumimos.