La decisión del magnate Jeff Bezos de no permitir que el periódico publicara un respaldo a la candidata demócrata Kamala Harris en las pasadas elecciones ha desatado una ola de indignación.
Hugh Hewitt, un reconocido comentarista político conservador y columnista del periódico, decidió abandonar abruptamente una transmisión en vivo el viernes pasado, tras un acalorado intercambio con dos columnistas liberales del periódico. La discusión se tornó en un debate sobre la validez de las afirmaciones de fraude electoral del entonces presidente Donald Trump.
Según fuentes cercanas al caso, Hewitt, al sentirse ofendido por las insinuaciones de que sus argumentos no estaban basados en hechos, se levantó de su silla, se quitó el auricular y declaró, "No volveré, Jonathan, he terminado. Esta es la campaña electoral más injusta en la que he participado".
Su partida, que ocurrió luego de una discusión sobre una demanda presentada por la campaña de Trump en Pensilvania, donde se cuestionaba la integridad del proceso electoral, ha generado un debate sobre la independencia y la objetividad en el periodismo.
El incidente ha alimentado las especulaciones sobre el futuro del Washington Post, un diario que, a pesar de su rica historia, parece estar en medio de una batalla interna por la dirección editorial.