El aire cálido de Florida se mezclaba con la expectación mientras Donald Trump, con su característica gorra roja de "Make America Great Again", se adentraba en el centro de votación de Palm Beach. Acompañado por Melania, su esposa, el ex presidente, quien buscaba recuperar la Casa Blanca, emitía su voto en un ambiente cargado de tensión.
La atención de los medios se centró en las palabras del candidato republicano, quien no dudó en expresar su confianza en el resultado de las elecciones: "Me siento muy confiado... parece que los republicanos acuden (a votar) en masas".
Trump, en una clara señal de su agenda política, volvió a enfatizar la importancia de una frontera segura: "Queremos fronteras fuertes. Y queremos que la gente entre. Tienen que entrar. Creo que ese fue un gran problema... Puede que me equivoque, mucha gente dijo que la inflación, la inflación es un desastre, pero creo que es el segundo problema. Creo que el primero es la frontera".
En un tono más agresivo, el candidato republicano se refirió a la posibilidad de imponer aranceles a México si no se frena el flujo migratorio: "México podrá aranceles del 25 por ciento en caso de 'no frenar el flujo migratorio'".
La guerra con Irán también estuvo presente en sus declaraciones: "No queremos hacer daño a Irán, pero no pueden tener un arma nuclear. Mis términos son muy fáciles. No pueden tener un arma nuclear. Me gustaría que fueran un país exitoso, pero no pueden tener un arma nuclear".
Las palabras de Trump, resonando en el ambiente político estadounidense, anticipan una contienda electoral reñida, con el futuro del país en juego.