La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos fue un evento que movió al mundo entero. No solo en el plano político, sino también en el ámbito económico, las consecuencias se hicieron sentir con fuerza.
La euforia que invadió los mercados financieros tras el anuncio del resultado electoral impulsó los activos estadounidenses a niveles nunca antes vistos. El índice S&P 500, considerado un indicador clave de la salud económica del país, experimentó una subida sin precedentes del 2.5%. La victoria de Trump reavivó las esperanzas de una administración favorable a políticas de baja tributación y desregulación, lo que llenó de optimismo a los inversores.
Pero este optimismo no se tradujo en un beneficio generalizado, sino que benefició de forma significativa a un grupo selecto de individuos: los diez hombres más ricos del mundo. El patrimonio neto de estos magnates aumentó en 63.500 millones de dólares en un solo día, un récord histórico desde que el índice de Bloomberg comenzó a rastrear estos datos en 2012.
Encabezando la lista de los beneficiados se encuentra Elon Musk, CEO de Tesla Inc. y la persona más rica del mundo. Musk vio aumentar su fortuna en 26.500 millones de dólares en un solo día, impulsado principalmente por la subida del 15% en las acciones de su empresa.
Otros multimillonarios también se vieron beneficiados por este cambio en el mercado, como Jeff Bezos de Amazon y Larry Ellison de Oracle. Un único representante fuera de los Estados Unidos en este exclusivo grupo es Bernard Arnault, presidente de LVMH, quien también experimentó un crecimiento en su patrimonio, aunque a un ritmo menor.
El impacto en la economía de una nueva administración de Trump, con su enfoque de "mercado libre" y su promesa de mantener o extender la reforma tributaria de 2017, sigue siendo un tema de debate entre los expertos.