La gran manzana, conocida por su ritmo acelerado y su espíritu cosmopolita, ha estado lidiando con una situación que la ha puesto a prueba: la llegada masiva de migrantes y solicitantes de asilo. Esta oleada, que en su momento saturó la ciudad, ha generado una serie de programas para atender las necesidades de los recién llegados.
Uno de estos programas, que ha estado en el ojo del huracán, es el que distribuía tarjetas de débito prepagadas a migrantes. La ciudad de Nueva York, a través de un contrato con la empresa de tecnología financiera Mobility Capital Finance, ha estado ofreciendo este apoyo, pero todo parece indicar que esta iniciativa no se extenderá más.
Según un comunicado del Ayuntamiento, el contrato de un año para el programa expirará en enero y no será renovado. La decisión ha sido justificada como parte de un proceso de "contratación más competitiva" para los programas de solicitantes de asilo.
Las familias que participaban en el programa recibían US$ 350 por semana para alimentos y suministros para bebés, una ayuda que ha beneficiado a más de 2.600 familias migrantes desde su implementación.
La decisión de poner fin al programa no ha estado exenta de polémica, especialmente considerando que el Departamento de Investigación de la ciudad estaba investigando el contrato sin licitación que se otorgó el año pasado.
El alcalde Eric Adams, ha señalado que el programa estaba diseñado para ser un apoyo temporal, y que la ciudad ha logrado "reducir el desperdicio de alimentos" y ofrecer opciones "culturalmente sensibles" a miles de personas.
La ciudad de Nueva York, sin duda, continúa buscando soluciones para atender la crisis migratoria, una situación que, si bien ha disminuido en intensidad, sigue presentando retos para la ciudad.