La sombra de la guerra se cierne sobre México. La noticia que recorre los pasillos del poder en Washington es tan explosiva como la que se vive en las calles de Sinaloa, y la que se respira en la capital mexicana. Donald Trump, de regreso a la Casa Blanca, planea una "operación especial" que podría cambiar para siempre la dinámica entre México y Estados Unidos.
La estrategia, que algunos aseguran es un plan para "exterminar" a los cárteles, ha desatado una ola de preocupación entre las autoridades mexicanas. Tim Kennedy, un militar estadounidense cercano a Trump, ha insinuado que el expresidente considera a los cárteles como "terroristas" y que no se descarta una intervención militar en suelo mexicano.
¿Cómo se llegó a este punto? La crisis por el fentanilo, que ha cobrado la vida de más de 300 mil personas en Estados Unidos, ha puesto a prueba la paciencia estadounidense. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, acusado de ser incapaz de controlar a los cárteles, ha sido duramente criticado por Washington.
Kennedy ha declarado que Trump no andará con "rodeos" ni con soluciones "pasivo-agresivas". "Vamos a obligar a los gobiernos a las políticas estadounidenses", ha dicho. Su mensaje es claro: Estados Unidos no está dispuesto a seguir tolerando la violencia y el crimen organizado que cruzan la frontera.
La escalada de tensión entre México y Estados Unidos se suma a la guerra que ya vive México. La "balcanización" del país, la guerra entre cárteles que ha dejado cientos de miles de muertos y desaparecidos, parece no tener fin. Mientras Claudia Sheinbaum, la nueva jefa de gobierno de Ciudad de México, enfrenta la ola de violencia que recorre el país, los ojos del mundo se centran en la nueva estrategia de Trump, una estrategia que podría conducir a una guerra sin precedentes.