Sin embargo, según el alcalde Eric Adams, la ciudad ha logrado hacer frente a esta crisis de manera más eficiente que otras ciudades del país.
Una de las estrategias clave que ha implementado la ciudad es la gestión intensiva de casos y políticas de 30 y 60 días para ayudar a los migrantes a avanzar en su proceso de asilo. Según el alcalde, más de 170,000 migrantes han podido dar el siguiente paso en su camino hacia la integración. "Los refugiados no buscan quedarse en los centros de acogida, sino lograr una estabilidad permanente en los Estados Unidos para perseguir sus sueños", destacó Adams.
En este contexto, la ciudad ha anunciado el cierre de uno de sus refugios más grandes para inmigrantes, el Centro de Respuesta y Socorro de Emergencia Humanitaria ubicado en Floyd Bennett Field, un antiguo aeródromo en Brooklyn. Este cierre, previsto para principios de 2025, forma parte de un esfuerzo mayor por reducir el número de refugios activos en la ciudad.
La decisión de cerrar el refugio en Floyd Bennett Field ha generado preocupaciones entre organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes. La Coalición para las Personas sin Hogar y la Sociedad de Ayuda Legal, en un comunicado conjunto, expresaron su apoyo al cierre, pero subrayaron que el refugio nunca fue un ambiente adecuado para familias con niños debido a problemas de seguridad.
Entre los desafíos que enfrenta la ciudad se encuentra la afluencia masiva de migrantes que han llegado a la ciudad en autobuses enviados desde la frontera sur de Estados Unidos por el gobernador de Texas, Greg Abbott. Sin embargo, el alcalde Adams afirmó que la ciudad ha adoptado estrategias para abordar esta situación y garantizar la estabilidad de los migrantes en este proceso de transición.
La administración de Adams también está atenta a posibles impactos de las políticas federales bajo la administración del presidente electo Donald Trump. Se espera que la política de deportaciones masivas propuesta por el presidente electo afecte el flujo migratorio y, por lo tanto, la demanda de refugios en la ciudad.
En resumen, la ciudad de Nueva York está trabajando para abordar la crisis migratoria de manera eficiente y garantizar la estabilidad de los migrantes en este proceso de transición.