El foco de atención se centra ahora en un muro de hormigón, testigo mudo de una tragedia aérea sin precedentes. Un Boeing 737-800 de Jeju Air, proveniente de Bangkok, aterrizó sin tren de aterrizaje, impactando a gran velocidad contra esta estructura al final de la pista. El resultado: la aeronave se partió en dos, desatando un incendio que cobró la vida de 179 personas, dejando solo dos sobrevivientes de un total de 181 pasajeros a bordo. "Una escena dantesca", describió un testigo presencial a medios locales.
Las autoridades surcoreanas han abierto una investigación exhaustiva, analizando meticulosamente las cajas negras para determinar las causas del accidente. Un equipo internacional de expertos, incluyendo representantes de Boeing, se ha unido a la pesquisa, centrando parte de su trabajo en la evaluación del muro de hormigón. ¿Cumplía con las normas de seguridad vigentes? ¿Contribuyó su diseño o construcción a la magnitud de la tragedia? Estas son preguntas cruciales que buscan respuesta.
El gobierno surcoreano, ante la magnitud del suceso, ha prometido un examen riguroso de la legalidad de la estructura y su posible responsabilidad en las muertes. El presidente interino calificó el accidente como un "punto de inflexión" para la seguridad aérea del país, anunciando una reforma integral del sistema de operaciones de vuelos.
Mientras las investigaciones siguen su curso, las familias de las víctimas, reunidas en un campamento improvisado en el aeropuerto, esperan con angustia la identificación de sus seres queridos. La espera se torna cada vez más difícil, amplificando la desesperación ante la lentitud del proceso. Una de las familias afectadas describe la pérdida de nueve miembros, incluyendo un anciano de 78 años que emprendía su primer viaje al extranjero. Una pérdida irreparable que ha dejado un vacío inmenso.
Se espera la publicación de un informe detallado en las próximas semanas, una vez concluido el análisis de la información recabada, incluyendo el reporte final sobre las cajas negras. La presión social y mediática exigen transparencia y rendición de cuentas, demandando medidas concretas para evitar futuras tragedias.