Recientemente, hemos sido testigos de un giro inesperado en una de las historias más comentadas del año. El foco está en TikTok, la plataforma de videos cortos que ha conquistado a millones. Su propietario, ByteDance, una empresa china, ha estado en el ojo del huracán por las preocupaciones de seguridad nacional en Estados Unidos.
Estas preocupaciones, centradas en la posibilidad de que el gobierno chino acceda a datos de usuarios de TikTok según la legislación china, "son legítimas y requieren una solución definitiva", según declaraciones de fuentes cercanas al gobierno estadounidense. La prohibición, inicialmente impulsada por la administración Trump en 2020 y reforzada por una nueva ley en 2024 bajo la administración Biden, buscaba precisamente mitigar este riesgo. La medida, con apoyo bipartidista, marca un precedente importante en la regulación de empresas tecnológicas internacionales.
Tras meses de incertidumbre, un respiro llegó en forma de una prórroga de 90 días otorgada por la administración estadounidense. ByteDance, en un comunicado, agradeció la extensión, que le permite continuar las negociaciones para la venta de su división estadounidense, valorada en una cifra astronómica entre 40.000 y 50.000 millones de euros.
La lista de posibles compradores es fascinante: desde el magnate Elon Musk hasta el popular creador de contenido MrBeast, pasando por la empresa de inteligencia artificial Perplexity AI, el inversor Kevin O’Leary y el exsecretario del Tesoro Steve Mnuchin. La venta podría significar un cambio radical para TikTok en Estados Unidos, posiblemente con un algoritmo menos “adictivo”, dado que este constituye la principal ventaja competitiva de la versión china.
La incertidumbre persiste. ¿Quién se quedará con TikTok en Estados Unidos? ¿Qué implicaciones tendrá esta venta para los usuarios mexicanos? Las próximas semanas serán cruciales para responder estas preguntas. El impacto de esta decisión trasciende fronteras y redefine la compleja relación entre tecnología, gobierno y soberanía de datos en la era digital.