La Secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, se ha convertido en el rostro visible de estas acciones, documentando su participación a través de su cuenta en X (antes Twitter). En una de sus publicaciones, se puede leer: "En Nueva York. Sacando a la basura de las calles". La funcionaria, además, agradeció la colaboración de diversas agencias, incluyendo ICE, el Servicio Secreto, la DEA, la Oficina de Alguaciles de Estados Unidos y el NYPD.
El operativo, que tuvo lugar principalmente en El Bronx, resultó en al menos un arresto confirmado, el de un individuo con cargos de secuestro, asalto y robo, además de una orden de arresto pendiente en Colorado. La DEA en Nueva York también confirmó un arresto en el mismo contexto, aunque no se reveló la cifra total de detenidos inmediatamente.
La información oficial habla de un notable incremento en las detenciones de inmigrantes. ICE reporta un promedio de 710 arrestos diarios desde el jueves hasta el lunes, un alza significativa comparado con los 311 arrestos diarios promediados durante el año anterior bajo la administración Biden. Fuentes de NBC News sugieren que la administración actual planea operativos similares en tres ciudades estadounidenses por semana, con Chicago, Nueva York y Aurora, Colorado, como ejemplos iniciales. Se especula incluso sobre la posibilidad de alcanzar una cuota diaria de entre 1200 y 1500 arrestos.
Un cambio significativo respecto a administraciones anteriores es la mayor coordinación interagencial. El FBI, la Administración de Control de Drogas (DEA), la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), están participando activamente en estos operativos. Este aumento de la cooperación interinstitucional se ha considerado una señal contundente de las prioridades en materia de seguridad del gobierno actual.
La ampliación de las prioridades de arresto a cualquier persona que se encuentre ilegalmente en el país, incluso sin antecedentes penales, ha generado debate. Algunos expertos, como Andrew Arthur, exjuez de inmigración y miembro del Centro de Estudios de Inmigración, consideran que, a pesar de la visibilidad mediática, el panorama para ICE no ha cambiado radicalmente, al menos por ahora. Sin embargo, anticipa una mayor intensificación en las próximas semanas y prevé un incremento en la financiación para aumentar la capacidad de retención de personas migrantes.
El incremento en las detenciones, la mayor coordinación entre agencias y la ampliación de las prioridades de arresto configuran un panorama complejo que deja abiertas varias interrogantes sobre las consecuencias a largo plazo de estas acciones en las comunidades afectadas.