El lunes 3 de febrero, en la ciudad de Bruselas, un comentario inesperado del canciller alemán, Olaf Scholz, puso en el centro de atención un evento que apenas comenzaba a filtrarse a la prensa. Scholz, al finalizar una reunión informal de líderes de la UE, elogió la “calma” de la mandataria mexicana, Claudia Sheinbaum, durante una negociación crucial. Sus palabras: "Creo que la presidenta mexicana es una política muy inteligente. Ha actuado con calma", resonaron con fuerza, generando aún más intriga.
¿A qué se refería Scholz? La respuesta se encuentra en una llamada telefónica, un diálogo a puerta cerrada entre Sheinbaum y el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que evitó una escalada comercial significativa. Trump, el fin de semana anterior, había amenazado con imponer aranceles del 25% a productos mexicanos.
La conversación entre ambos mandatarios, descrita como "muy amistosa" por Trump, tuvo resultados inmediatos y concretos. Como anunció Sheinbaum a través de su cuenta en X, "se ponen en pausa los aranceles por un mes a partir de ahora". Trump corroboró el acuerdo en su red social Truth, estableciendo un periodo de un mes para negociaciones de alto nivel. Durante este tiempo, se acordaron medidas específicas:
- México: Reforzará la frontera norte con 10,000 elementos de la Guardia Nacional para combatir el tráfico de fentanilo.
- Estados Unidos: Se compromete a colaborar en la prevención del tráfico de armas hacia México.
La intervención de Scholz, al destacar la "calma" de Sheinbaum, ofrece un contexto inesperado pero revelador, destacando la importancia de la gestión de la crisis y el impacto de la diplomacia discreta en la resolución de conflictos internacionales de alto perfil.