Ejecución en Texas: El perturbador caso de Richard Lee Tabler
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La sombra de la pena de muerte planea sobre Richard Lee Tabler, de 46 años. Su nombre, quizás desconocido para muchos, está ligado a un caso que conmocionó al estado en 2004: el asesinato de Mohammed-Amine Rahmouni, gerente de 28 años de un club de striptease llamado TeaZers, y su amigo, Haitham Zayed, de 25.
El móvil del crimen, según la investigación, fue una disputa laboral entre Tabler y Rahmouni. Se dice que Rahmouni amenazó a Tabler, lo cual desencadenó una escalofriante secuencia de eventos. “Rahmouni supuestamente dijo que podía 'aniquilar' a la familia de Tabler por 10 dólares,” detallan las actas del caso. Tabler, lejos de retroceder, planeó una emboscada, llevando a sus víctimas a una zona desolada cerca de Killeen.
Pero la historia no termina ahí. Tabler también confesó la muerte de dos adolescentes, Tiffany Dotson (18) y Amanda Benefield (16), empleadas del mismo club. Si bien fue acusado, nunca fue juzgado por estos crímenes. Este detalle añade una capa de oscuridad a un caso ya de por sí terrible.
Las acciones posteriores de Tabler son aún más impactantes. En 2008, desde el corredor de la muerte, utilizó un celular de contrabando para amenazar al entonces senador estatal, ahora alcalde de Houston, John Whitmire. Esta llamada provocó un cierre sin precedentes del sistema penitenciario de Texas, con más de 150,000 reclusos confinados en sus celdas durante semanas mientras se realizaban exhaustivas inspecciones.
La controversia alrededor del caso no se detiene ahí. La ACLU apeló el caso ante la Corte Suprema de Estados Unidos, argumentando que a Tabler se le negó una representación legal adecuada debido a su estado mental. “Un examen psicológico determinó que tenía una 'constelación profunda y severa de enfermedades mentales' ignoradas desde la infancia,” alega la ACLU. La Corte Suprema, sin embargo, no detuvo la ejecución.
El historial de Tabler incluye múltiples intentos de suicidio y una suspensión de la ejecución en 2010. Irónicamente, en diciembre de 2024, él mismo solicitó que se desestimaran sus apelaciones, una decisión que sus abogados han cuestionado por su posible falta de capacidad mental para tomarla. El caso de Richard Lee Tabler es un ejemplo complejo que deja una profunda reflexión sobre la justicia, la salud mental y el sistema penal en Estados Unidos.