Youtuber CL El Honry acusado de fraude por ganancias de canción
![like image](/assets/like.webp)
Este caso nos recuerda la importancia de la claridad contractual, incluso en colaboraciones aparentemente sencillas. En el centro de la disputa se encuentra Carlos Lizarraga, mejor conocido como CL El Honry, un youtuber originario de Culiacán, Sinaloa, quien ahora reside fuera de su ciudad natal. Su carrera, enfocada en la creación de contenido digital, ha dado un giro con su incursión en el mundo de la música, apoyando nuevos talentos. Su colaboración con la cantante Escarleth Palacios, originaria de Monterrey, ha generado una fuerte polémica.
La joven artista afirma que su colaboración con El Honry, enfocada en el lanzamiento de su primer sencillo musical grabado en Guadalajara, ha resultado en un conflicto por el reparto de las ganancias. Según Palacios, el contrato estipulaba un reparto del 80% para El Honry, como inversionista y productor, cubriendo los costos de estudio, promoción y video musical; mientras que el 20% restante correspondería a ella por su interpretación. “Él me enseñó a cantar,” afirma Palacios, “pero se niega a cumplir con lo acordado.”
Sin embargo, la versión de Escarleth difiere de la de Lizarraga. Ella ha publicado un video en TikTok donde alega que El Honry pretende darle un porcentaje menor al acordado inicialmente. Este video, que se ha vuelto viral, ha intensificado la controversia, generando un debate en redes sociales sobre la transparencia y la ética en las colaboraciones artísticas digitales.
Los detalles específicos del contrato, incluyendo las plataformas digitales donde se lanzaría la canción y la cláusula de reparto de ganancias, aún no se han hecho públicos. Ambos involucrados han compartido diferentes versiones de los hechos, dejando a la audiencia en espera de una resolución definitiva o mayor información que esclarezca la situación. La controversia resalta la complejidad de las negociaciones en la industria musical, incluso en colaboraciones entre youtubers y artistas emergentes.
El caso de El Honry y Escarleth Palacios sirve como recordatorio de la necesidad de documentación legal precisa en todo tipo de acuerdos comerciales, especialmente en el cambiante panorama digital donde las colaboraciones entre creadores de contenido y artistas musicales son cada vez más frecuentes.