20 Jueces de Inmigración Despedidos: Crisis en el Departamento de Justicia de EEUU
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El foco se centra ahora en el Departamento de Justicia y su impacto en la administración de justicia migratoria. Específicamente, hablamos de la inesperada salida de 20 jueces de inmigración. Según Matthew Biggs, presidente de la Federación Internacional de Ingenieros Profesionales y Técnicos, la decisión se tomó sin previo aviso, afectando a 13 jueces que no habían sido juramentados y a 5 jueces adjuntos. A estos se suman dos despidos adicionales ocurridos la semana anterior.
“Tratan a estas personas como si no fueran seres humanos,” comentó Biggs, describiendo la situación como “negativa en todos los aspectos.” La incertidumbre reina: no se ha confirmado si estos puestos serán cubiertos.
Este suceso ocurre en un contexto de enorme retraso en los casos de inmigración. La Oficina de Información de Acceso al Registro de Transacciones de la Universidad de Syracuse reporta más de 3.7 millones de casos pendientes, con procesos que se extienden por años. La necesidad de más jueces y personal de apoyo es un clamor transversal en el espectro político, un hecho que contrasta con las acciones recientes.
La situación se complica aún más considerando el historial reciente. La administración Trump ya había reemplazado a cinco altos funcionarios judiciales, incluyendo a la directora interina Mary Cheng. Sirce Owen, la actual líder, ha implementado nuevas instrucciones que revierten políticas de la administración Biden. Incluso se llegó a suspender, y posteriormente restaurar tras una demanda, el apoyo financiero a ONGs que ayudan a personas en procesos de deportación.
Los despidos se enmarcan en dos objetivos clave de la administración: la aceleración de deportaciones y la reducción del tamaño del gobierno. Recordemos la orden ejecutiva del jueves pasado para despedir a empleados en periodo de prueba, un movimiento que podría afectar a cientos de miles de trabajadores. Biggs señala que estos despidos podrían ser una señal política, pero la falta de información oficial mantiene la incertidumbre.
El impacto a largo plazo de estas decisiones en el sistema de inmigración estadounidense y en la eficiencia del gobierno federal, solo el tiempo lo dirá. El silencio por parte de la Oficina Ejecutiva de Revisión de Casos de Inmigración intensifica el misterio que rodea este significativo evento.