Tragedia en mina de Mali: 42 muertos tras derrumbe
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Sin embargo, esta actividad, a menudo realizada en condiciones precarias, se ha cobrado un alto precio. En la comuna de Dabia, distrito de Kéniéba, un trágico derrumbe en una mina de oro ha dejado un saldo preliminar de 42 víctimas mortales. El suceso, ocurrido el sábado en Bilali Koto, ha generado una profunda conmoción en la región.
Según declaraciones del prefecto de Kéniéba, Mohamed Dicko, a la agencia Associated Press, "El saldo de 42 muertos debería ser definitivo". El funcionario confirmó el incidente, señalando que el accidente se debió a un deslizamiento de tierra en un yacimiento operado por ciudadanos chinos. Falaye Sissoko, líder comunitario local, corroboró la información, añadiendo que las autoridades investigan la legalidad de las operaciones en la mina.
Este lamentable suceso no es un hecho aislado. Se trata del segundo accidente minero significativo en Mali en menos de un mes. A finales de enero, otro deslizamiento de tierra en la región de Koulikoro, cobró la vida de varios mineros, principalmente mujeres. La historia se repite, recordando tragedias similares, como el colapso de una mina ilegal cerca de Bamako en enero de 2022, con más de 70 fallecidos.
La magnitud del problema se comprende al considerar la importancia del oro en la economía maliense. Según la Administración de Comercio Internacional del Departamento de Comercio de Estados Unidos, "El oro es, con mucho, la exportación más importante de Mali, representando más del 80 por ciento de las exportaciones totales en 2021". Más de dos millones de personas, más del 10% de la población, dependen directamente del sector minero para su sustento. La minería artesanal, por su parte, produce alrededor de 30 toneladas de oro anualmente, representando el 6% de la producción total del país.
La compleja situación plantea interrogantes sobre la seguridad y la regulación del sector minero en Mali, dejando en evidencia la precaria situación de muchos trabajadores y la necesidad urgente de implementar medidas para prevenir futuras tragedias. El impacto de esta pérdida humana y económica en la comunidad se percibe, por lo que la atención se centra ahora en la investigación y acciones de apoyo a los afectados.