Asesinato de imán LGBT+ conmociona Sudáfrica
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El sábado pasado, en la localidad de Bethelsdorp, cerca de Gqeberha (antes Port Elizabeth), se registró un ataque a tiros contra un vehículo. Dentro del vehículo viajaba un hombre y su chofer. La policía, en un comunicado oficial, describe cómo otro automóvil bloqueó su paso. De éste descendieron dos individuos encapuchados, quienes abrieron fuego indiscriminadamente antes de huir.
Tras el incidente, se confirmó la muerte de uno de los ocupantes del vehículo. Se trata de Muhsin Hendricks, un reconocido líder religioso. Su figura trasciende lo religioso, pues Hendricks, el primer imán abiertamente homosexual del mundo, según reportes internacionales, era una figura clave en la lucha por los derechos LGBT+. Gestionaba una mezquita en Ciudad del Cabo, considerada un espacio seguro y de apoyo para la comunidad LGBTQ+.
“Se desconoce el motivo del asesinato y forma parte de la investigación en curso,” señala la policía en su comunicado, añadiendo que se solicita la colaboración ciudadana para esclarecer los hechos. Medios locales indican que Hendricks se dirigía a oficiar la boda de una pareja de lesbianas en el momento del ataque. Esta información ha alimentado las sospechas de un posible crimen de odio.
La Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersexuales (ILGA) expresó su profunda consternación ante el suceso. En un comunicado, su directora ejecutiva, Julia Ehrt, exige una investigación a fondo: “Las autoridades deben investigar a fondo lo que tememos que pueda ser un crimen de odio.”
Hendricks, quien se declaró abiertamente gay en 1996, era más que un imán. Era un activista incansable que dedicó gran parte de su vida a la defensa de los derechos humanos y la promoción del diálogo interreligioso. Su labor, reconocida internacionalmente, lo posicionó como una voz relevante en el debate sobre la inclusión y la diversidad sexual dentro del contexto religioso.
La investigación continúa y las autoridades trabajan para determinar las causas exactas del asesinato y llevar a los responsables ante la justicia. Los detalles del incidente aún se están aclarando, pero el impacto de la pérdida de Muhsin Hendricks resuenan fuertemente en Sudáfrica y en el mundo.