Migrantes en Estados Unidos: Temor y desesperación ante campaña de autodeportación
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La campaña publicitaria de 200 millones de dólares lanzada por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS), bajo la dirección de Kristi Noem, ha sido el detonante. Estos anuncios, que instan a los indocumentados a abandonar voluntariamente el país, prometen mayores posibilidades de regreso legal futuro. Sin embargo, ¿es esto realmente cierto?
Expertos en inmigración, como la abogada Carolina Ortuzar, advierten sobre los riesgos de la autodeportación. En declaraciones a Telemundo, Ortuzar señaló: “Lo de regresar al país si se autodeporta se puede tomar como una trampa”. La abogada enfatiza la importancia de la asesoría legal antes de tomar cualquier decisión, pues existen castigos severos para quienes abandonan Estados Unidos sin conocer sus derechos.
Ortuzar explica que la creencia de evitar problemas legales saliendo voluntariamente es errónea. Señala que podrían enfrentar barreras migratorias aún más estrictas en el futuro, incluyendo la inadmisibilidad permanente por el uso de documentos falsos o errores en declaraciones de ciudadanía. “La posibilidad de regresar significa probablemente estar de diez a 20 años fuera de Estados Unidos,” advierte.
Las declaraciones de funcionarios como Tom Homan, el "zar de la frontera", añaden a la confusión. Homan ha declarado: “Si quieres autodeportarte, deberías autodeportarte porque, de nuevo, sabemos quién eres y vamos a ir a buscarte.” Estas afirmaciones, junto a la campaña del DHS, generan miedo y obligan a muchos a evaluar opciones drásticas.
El caso de Michel Bérrios, una migrante nicaragüense con permiso humanitario, ilustra el impacto de esta presión. Tras huir de la represión en su país, la creciente hostilidad en Estados Unidos la llevó a buscar un lugar más seguro en Irlanda, dejando atrás una vida construida con esfuerzo y temor a lo desconocido.
La situación es compleja y cada caso requiere un análisis individualizado. Las leyes migratorias son dinámicas y sus implicaciones de largo alcance no deben tomarse a la ligera. La autodeportación, lejos de ser una solución simple, puede convertirse en un obstáculo casi insuperable en el futuro.