Corea del Sur solicita excluirse de aranceles de Trump ante preocupaciones económicas
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En medio de este panorama, Corea del Sur ha realizado una movida estratégica. El viceministro de Comercio, Park Jong-won, viajó a Washington esta semana para sostener reuniones con funcionarios de la Casa Blanca, el Departamento de Comercio y la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos. El objetivo: solicitar la exclusión de Corea del Sur de las políticas comerciales agresivas de la administración de Donald Trump, en particular, el incremento de aranceles a productos importados.
La preocupación en Seúl es palpable. "El país ya aplica aranceles bajos a productos estadounidenses bajo el acuerdo de libre comercio existente," argumentó el Ministerio de Comercio, resaltando la significativa contribución de las empresas surcoreanas a la economía estadounidense a través de inversiones. La solicitud de exclusión abarca los planes de aranceles recíprocos y el aumento de aranceles al acero y aluminio.
El impacto de estas políticas comerciales no pasa desapercibido. El Instituto de Desarrollo de Corea, un organismo estatal, revisó a la baja su pronóstico de crecimiento económico para 2025, situándolo en un 1.6%, 0.4 puntos porcentuales menos que la estimación previa. Si bien los aranceles al acero y aluminio tendrían un impacto mínimo, la posibilidad de incrementos en los aranceles para semiconductores y automóviles genera una seria inquietud. Estos sectores son pilares fundamentales de la economía surcoreana.
Ante la situación, el presidente interino de Corea del Sur, Choi Sang-mok (también ministro de Finanzas), convocó una reunión de emergencia con funcionarios de comercio y política exterior. El objetivo: analizar las respuestas de otras economías importantes (Unión Europea, Japón, China) y fortalecer la comunicación con funcionarios estadounidenses. El superávit comercial de Corea del Sur con Estados Unidos en 2024, que llegó a los $55.700 millones de dólares, según el Ministerio de Comercio, se perfila como un argumento crucial en estas negociaciones.
Las tasas arancelarias de Corea del Sur sobre importaciones manufactureras estadounidenses se sitúan alrededor del cero por ciento, un dato relevante en este complejo escenario de renegociaciones comerciales a nivel global. La situación demanda una respuesta cautelosa y estratégica por parte de Corea del Sur, un país altamente dependiente del comercio exterior.