Vigilancia ciudadana frustra operativos de ICE en Los Ángeles

La tensión había aumentado tras la filtración de un documento a Los Angeles Times, que predecía operativos de gran envergadura de ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) antes de finalizar febrero. Este documento, según fuentes anónimas dentro de las instituciones de seguridad federal, incluso señalaba la colaboración del FBI y la DEA en estas acciones: “Necesitaban más cuerpos”, declaró una fuente a LA Times, describiendo la necesidad de refuerzos para los operativos.
Ante esta amenaza latente, la Coalición de Autodefensa Comunitaria, conformada por más de 60 organizaciones, incluyendo la Unión del Barrio, se movilizó. Más de 150 activistas, muchos de ellos participando por primera vez, salieron a las calles a las 5:45 a.m., equipados con radios y megáfonos. Su objetivo: identificar y contrarrestar las acciones de ICE.
El primer encuentro tuvo lugar en Alhambra, cerca de una tienda Target. Allí, los activistas detectaron vehículos sospechosos, aparentemente del FBI. Aunque los agentes se negaron a responder a las preguntas sobre su colaboración con ICE, rápidamente se dirigieron a un edificio de departamentos. Los activistas los siguieron, y al descubrir la presencia de agentes de la Migra, utilizaron megáfonos para alertar a la comunidad. La respuesta fue inmediata: los agentes de ICE se retiraron.
Simultáneamente, otro operativo en Sylmar, en el Valle de San Fernando, sufrió el mismo destino. La presencia de activistas frustró también las intenciones de ICE en esta zona. En ambos casos, la rápida respuesta y la movilización ciudadana demostraron ser un factor determinante.
Ron Góchez, organizador de la Unión del Barrio y vocero de la coalición, resumió la situación: “La Migra no se fue, el pueblo la sacó”. Esta acción, según Góchez, representa sólo el comienzo de una estrategia de resistencia comunitaria. La creciente coordinación entre diferentes grupos de activistas de ciudades como Chicago y Denver apunta a una estrategia de mayor alcance.
Mientras tanto, la vocera del FBI, Laura Eimiller, se limitó a responder a LA Times en Español con una declaración vaga acerca de la colaboración del FBI con el DHS (Departamento de Seguridad Nacional) en la aplicación de las leyes de inmigración desde finales de enero.
El aumento drástico de detenciones desde la asunción de Donald Trump, con un promedio de 787 capturas diarias en los primeros días de su mandato, en contraste con las 311 de la administración Biden, ha intensificado la preocupación y la movilización de la comunidad inmigrante.
La abogada de inmigración, Elizabeth Uribe, destacó la inédita movilización de la comunidad indocumentada, enfatizando la importancia de la información y la organización para contrarrestar las políticas antiinmigrantes.