Asesinato, ADN y Mountain Dew: 35 años de prisión para Nichole Maks
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El centro de la controversia es Nichole Maks, de 37 años, condenada a 35 años de prisión por el asesinato de Michael Cerasoli, un hombre de 79 años. El crimen, ocurrido el 1 de julio de 2023 en Daytona Beach, fue brutal: apuñalamiento, golpes y posterior incendio de la vivienda que ambos compartían en Clark Street. La policía encontró el cuerpo de Cerasoli en el segundo piso de la casa, ya en llamas.
La detención de Maks ocurrió horas después, en un restaurante Krystal’s en Holly Hill. Un detalle llamó la atención: al ser informada de la toma de muestras de ADN, pidió una Diet Mountain Dew, vertiendo el refresco sobre sí misma en un intento, claramente fallido, de eliminar rastros. Se recuperaron un cuchillo y un martillo, con evidencias de sangre, cerca del cuerpo de Cerasoli.
Durante el juicio, la defensa presentó una narrativa compleja. La abogada Jessica Lindsey Roberts argumentó que Maks padecía esquizofrenia afectiva bipolar y TEPT, agravados por un historial de abuso sexual y tráfico de personas. Un psiquiatra, Jeffrey Danziger, testificó que Maks creía que Cerasoli la drogaba y violaba bajo las órdenes de una banda de motociclistas, y que la falta de medicación (seis meses sin tratamiento) contribuyó a sus actos.
El testimonio incluyó un video, aparentemente de 2021 o 2022, proporcionado por una hermana de Maks, que mostraba a la acusada atada y torturada. Si bien el video muestra evidencias de un pasado traumático, su origen y autenticidad quedaron sin verificarse completamente durante el juicio.
La jueza Leah Case, aunque reconoció el historial de abusos de Maks, enfatizó la brutalidad del crimen y la consciencia demostradas por la acusada después del asesinato. La sentencia, de 35 años de prisión y 20 años de libertad condicional con tratamiento psiquiátrico obligatorio, representa el mínimo posible dentro del acuerdo de culpabilidad.
La ironía del caso radica en el intento de borrar evidencia con Diet Mountain Dew. Expertos en forensia consultados, como Michelle Miranda del Farmingdale State College y Ted Yeshion de Gannon University, coinciden en que, aunque podría dificultar la investigación, el refresco es improbable que elimine por completo un perfil genético.
El caso de Nichole Maks deja una reflexión profunda sobre la necesidad de abordar la salud mental y el trauma, así como la aplicación de la justicia en situaciones donde la culpabilidad está entrelazada con circunstancias complejas y la fragilidad de la mente humana.