Drama en la frontera: familia mexicana atrapada en red de narcotráfico

El 26 de octubre de 2024, Federico De Los Ríos Ríos, originario de Durango, intentó cruzar la frontera con su familia: su esposa e hijo, rumbo a Orlando, Florida. La familia, aparentemente normal, se dirigía a un destino turístico con una visa estadounidense aparentemente legítima. Sin embargo, la rutina se quebró durante una inspección de rutina.
Después de presentar su visa a los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la familia fue referida a una inspección secundaria. Los agentes, tras detectar "anomalías", utilizaron un perro entrenado para detectar narcóticos. El can alertó sobre la presencia de sustancias ilícitas en el vehículo.
La búsqueda exhaustiva reveló un compartimento oculto bajo uno de los asientos. Dentro, encontraron "múltiples paquetes envueltos en cinta aislante", según el informe oficial. El análisis de laboratorio de la Administración para el Control de Drogas (DEA) confirmó la presencia de aproximadamente 2 kilogramos de fentanilo y 11 kilogramos de cocaína.
De Los Ríos Ríos admitió haber recibido $700 dólares como pago inicial por transportar la droga desde Durango hasta Orlando, donde esperaba recibir $10,000 dólares adicionales. Esta confesión llevó a su declaración de culpabilidad por un cargo de conspiración para poseer con la intención de distribuir fentanilo. Ahora enfrenta una sentencia de 10 años de prisión a cadena perpetua, además de una multa máxima de $10 millones de dólares.
El caso de De Los Ríos Ríos ilustra la creciente problemática del narcotráfico a través de la frontera, y cómo familias enteras pueden verse involucradas en estas redes criminales, con consecuencias devastadoras. El viaje familiar soñado se transformó en una pesadilla con consecuencias legales y personales de largo alcance.