Tesla en crisis: protestas, vandalismo y caída en ventas tras apoyo de Musk a Trump

El epicentro de esta situación es Elon Musk y su vínculo con la política estadounidense. La reciente victoria electoral de Donald Trump y la influencia de Musk en su campaña, a un costo reportado de más de $250 millones de dólares, ha generado una ola de reacciones negativas que van mucho más allá de simples críticas en redes sociales.
El apoyo explícito de Musk a Trump, incluyendo un controvertido gesto durante la celebración de la toma de posesión, según reportes de varios medios, ha incendiado las redes y las calles. “Nadie votó por Elon Musk,” coreaban manifestantes frente a una sala de exhibición de Tesla en Manhattan, reflejando un sentimiento generalizado entre muchos consumidores.
La indignación no se limita a manifestaciones. En el último mes, se han registrado actos de vandalismo en al menos siete concesionarias Tesla a lo largo del país. Desde daños menores hasta incendios provocados en vehículos y estaciones de carga, las acciones de los manifestantes reflejan la creciente preocupación y el rechazo a la imagen de la marca ligada a Musk.
La Fiscal General Pam Bondi calificó estos incidentes como "terrorismo doméstico" dirigido contra Musk, una declaración que eleva la gravedad de la situación y anticipa posibles penas de hasta cinco años de prisión para los responsables, aunque aún no se han definido los cargos específicos.
El impacto va más allá del vandalismo. Propietarios de Tesla, tanto en Estados Unidos como en otros países, están vendiendo sus vehículos. Incluso figuras públicas como el Senador Mark Kelly, quien inicialmente elogió la velocidad de su Tesla, anunció su venta en redes sociales, declarando: “Tesla, ¡estás despedida!” Su nueva adquisición: una Chevrolet Tahoe.
La repercusión en el mercado es evidente. El precio de las acciones de Tesla ha caído un 47% desde el inicio del segundo mandato de Trump, una cifra que supera ampliamente la caída del índice S&P 500. Las ventas de Tesla en Estados Unidos también han disminuido un 5.6% en el último año, marcando el primer descenso anual en la historia de la empresa, según Kelley Blue Book. La imagen de una marca futurista se ve amenazada por la tormenta política que rodea a su fundador.
El futuro de Tesla, y su relación con la percepción pública, permanece incierto en medio de este complejo escenario político y social.