Hermano detenido por ICE impide trasplante vital en Chicago

José Alfredo Pacheco, un hombre de 30 años, enfrenta una lucha contra reloj. Desde diciembre de 2023, su salud se deterioró rápidamente. “Tengo el 100% de mis riñones que ya no sirven,” comparte con angustia. Tres veces por semana se somete a diálisis, un procedimiento que le mantiene con vida, pero que no es una solución definitiva. Su esperanza reside en un trasplante de riñón, una intervención que se antoja inalcanzable.
El único donante compatible es su hermano, José Gregorio González. Sin embargo, la ironía del destino ha golpeado con fuerza. El 3 de marzo, José Gregorio fue detenido por ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) frente a su casa. “Le preguntaron el nombre… somos el equipo de ICE, tenemos una orden de juez de deportación,” relata José Alfredo, describiendo el momento del arresto. Actualmente se encuentra recluido en un centro de detención en Indiana.
La situación es crítica. José Alfredo describe su desesperación: “Se me vino el mundo encima, porque yo estoy solo acá.” Su única posibilidad de sobrevivir pende de un hilo, del permiso de las autoridades para que su hermano, quien se encuentra en un centro de detención de Indiana, pueda someterse a los exámenes médicos y donar el órgano necesario. En una llamada telefónica desde el centro de detención, José Gregorio expresa su deseo: “Espero poder salir y cumplir esa meta de darle el riñón a mi hermano.”
Tovia Siegel, de The Resurrection Project, una organización que ha tomado el caso, explica la situación migratoria de José Gregorio: “No tenía antecedente penal, entró a Estados Unidos en el 2024 y le dieron una orden de deportación a Venezuela, así que lo dejan quedarse aquí.” La organización está explorando diferentes vías legales, incluyendo una petición de libertad bajo parole humanitario. Además, están impulsando una petición pública para apoyar la causa. Los esfuerzos se centran en convencer a las autoridades migratorias para que permitan la liberación temporal de José Gregorio, con el fin de que pueda donar su riñón y salvar la vida de su hermano.
Mientras tanto, el tiempo corre en contra de José Alfredo. La incertidumbre y la angustia reinan en un caso que refleja la complejidad de la inmigración y la urgencia de la salud humana. El futuro de los hermanos Pacheco depende de una decisión que determinará no sólo su destino familiar, sino también la precaria frontera entre la vida y la muerte.