Inundaciones en Ávila tras desbordamiento de ríos por borrasca Martinho

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantenía en alerta a 16 comunidades autónomas, un aviso que resonaba con la fuerza de las lluvias torrenciales, las ráfagas de viento y el rápido deshielo. La situación en Ávila, sin embargo, se convirtió en el foco de atención. Los ríos Adaja y Chico, engordados por las precipitaciones y el deshielo, se desbordaron, provocando inundaciones significativas en el sur de la ciudad. El alcalde, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, declaró públicamente que “no se descarta que esto vuelva a suceder”, debido a las previsiones meteorológicas que anunciaban más lluvias para la tarde.
La gravedad de la situación llevó a la Junta de Castilla y León a declarar el nivel 2 del Plan ante el Riesgo de Inundaciones alrededor de las 6:00 am. Esta medida se tradujo en cortes de carreteras y desalojos preventivos. Afortunadamente, según el alcalde, “no hay daños personales que lamentar” gracias a la rápida actuación de las autoridades que permitieron evacuar a tiempo a los residentes y vehículos de las zonas afectadas.
Las consecuencias del temporal se extendieron por toda la geografía española. La Dirección General de Tráfico (DGT) reportó el corte de 34 vías, incluyendo tramos importantes como la AP-4 en Sacramento (sentido Cádiz) y varias carreteras en Madrid (M-215 Ambite y M-622 La Jarosa). Otras provincias afectadas con cortes viales fueron: Cádiz, Córdoba, Málaga, Segovia, Cáceres, Badajoz, Girona, Valencia, Murcia y La Palma. En Ávila, la N-403 y la AV-P-401 también permanecieron cerradas al tráfico.
Uno de los incidentes más relevantes fue el rescate de 41 niños sevillanos y sus tres monitores, quienes se encontraban en una convivencia en la Casa de Espiritualidad de Santa Teresa. Los bomberos intervinieron para evacuarlos de forma segura ante la creciente inundación. Una religiosa, Purificación Martín, describió la situación a EFE explicando que “a las siete de la mañana nos dimos cuenta de que toda la zona estaba inundada y los sótanos llenos de agua”, destacando la presencia de otras 40 personas, muchas de ellas mayores y con movilidad reducida, que también debieron ser atendidas.
Mientras Madrid reportaba una "situación de estabilidad", la realidad en otras partes del país, especialmente en Ávila, pintaba un cuadro complejo y desafiante para las autoridades y los servicios de emergencia.