Trump reestructura préstamos estudiantiles y programas personas con discapacidad

La noticia, que involucra directamente al Presidente Donald Trump, se centra en la reestructuración del sistema de préstamos estudiantiles y programas para estudiantes con discapacidades. Se ha anunciado el traslado de la administración de estos programas a otras agencias gubernamentales.
Según declaraciones del Presidente, la Small Business Administration (SBA), liderada por Kelly Loeffler, se hará cargo de la gestión de la cartera de préstamos estudiantiles. “Es un asunto bastante complicado, y se sacará inmediatamente del Departamento de Educación,” afirmó Trump en una rueda de prensa en la Oficina Oval.
Simultáneamente, la responsabilidad de los programas para estudiantes con discapacidades recaerá en el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), bajo la dirección de Bobby Kennedy. Este último se encargará de “las necesidades especiales y todos los programas de nutrición, entre otras cosas,” según las palabras del Presidente.
Esta decisión llega un día después de que Trump firmara una orden ejecutiva para que la Secretaria de Educación, Linda McMahon, desmantelara el Departamento de Educación en la medida de lo legalmente posible. Aunque la eliminación total del departamento requiere un acto del Congreso, la administración Trump ha dejado claro su objetivo de abolir cualquier programa no estipulado por ley y trasladar los requisitos establecidos por el Congreso a otras agencias federales.
La decisión de transferir los préstamos estudiantiles a la SBA, un ente que, dicho sea de paso, acaba de sufrir un recorte del 40% en su fuerza laboral, ha generado fuertes críticas. De igual manera, la transferencia de los programas para estudiantes con discapacidades al HHS, especialmente bajo la administración de Kennedy, conocido por sus posturas anti-vacunas y declaraciones controversiales sobre el autismo, ha provocado la oposición de diversos grupos de activistas.
La magnitud de estos cambios y las implicaciones legales son considerables. Se espera que las acciones del presidente sean objeto de múltiples desafíos legales en el futuro cercano.
La redistribución de responsabilidades entre agencias federales, con la potencial desaparición del Departamento de Educación, promete un periodo de incertidumbre y ajustes significativos en el sector de la educación superior en Estados Unidos.