Houston,Texas: suicidios en la policía desatan alerta por salud mental

Recientemente, la Oficina del Sheriff del Condado de Harris (HCSO) se ha visto envuelta en una tragedia que ha puesto en el foco la salud mental de sus agentes. En un periodo de apenas seis semanas, cuatro miembros de la fuerza, incluyendo a la agente Christina Kohler, de 37 años, perdieron la vida por suicidio.
Kohler, quien se unió a la HCSO en 2018 y trabajaba en la división de tribunales, fue reportada como desaparecida hace dos semanas. Su cuerpo fue encontrado el 13 de marzo, sumándose a las muertes de otros tres exagentes: María Vásquez, William Bozeman y Long Nguyen (este último de 58 años, fallecido el 6 de febrero según el médico forense). El impacto en la moral de la institución ha sido devastador, como lo describe José López, presidente de la Organización de Diputados del Condado de Harris: “Uno ya es demasiado. ¿Dos? ¿Tres? Es devastador”.
Esta ola de suicidios ha despertado la alarma. Douglas Griffith, presidente de la Unión de Oficiales de Policía de Houston, subraya un dato escalofriante: “los riesgos de suicidio son un 54% más altos entre los miembros de las fuerzas del orden en comparación con la población general”.
El Dr. Thomas McNeese, director de la División de Salud Conductual de la HCSO, ofrece una explicación: “El ciudadano promedio puede estar expuesto a dos incidentes críticos en toda su vida, mientras que uno de nuestros oficiales puede enfrentarse a esa misma cantidad en un solo turno”. La acumulación de estrés y trauma, inherente a la labor policial, se presenta como un factor crucial.
La HCSO ha reiterado su apoyo a la salud mental de sus empleados, pero McNeese reconoce la existencia de un estigma significativo en torno a buscar ayuda. “Es importante entender que está bien no estar bien, pero no está bien no hacer algo al respecto”, afirma McNeese, enfatizando la necesidad de un cambio cultural que fomente la búsqueda de apoyo sin temor a represalias.
El problema trasciende las fronteras de Texas. Según The Mirror, el suicidio afecta de manera desproporcionada a los agentes de seguridad a nivel mundial, una realidad que exige una respuesta urgente y coordinada.
La disponibilidad de líneas de ayuda como la National Suicide Prevention Helpline (1-800-273-TALK (8255)) es un recurso crucial, pero la verdadera solución radica en una mayor concienciación y en el compromiso de desestigmatizar la salud mental dentro de las fuerzas del orden.