Hermanos separados: donante de riñón detenido por ICE

En el corazón de esta historia se encuentran José Alfredo Pacheco, un residente de Illinois con una enfermedad renal terminal, y su hermano, José Gregorio González. Pacheco, en una situación crítica, necesita con urgencia un trasplante de riñón para sobrevivir. Su única esperanza reside en su hermano, quien llegó a Estados Unidos para convertirse en su donante.
La llegada de González a Estados Unidos estuvo motivada por la desesperada necesidad de su hermano. Desde entonces, se ha dedicado a cuidar de Pacheco y a prepararse para la operación, un acto de amor fraternal que ahora se ve amenazado. Irónicamente, González, quien llegó con la intención de salvar la vida de su hermano, se encuentra detenido por el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) y enfrenta la posibilidad de ser deportado a Venezuela.
El arresto de González, ocurrido el 3 de marzo luego de un control rutinario, ha generado una ola de indignación. Se encontraba bajo supervisión de ICE con un monitor GPS, cumpliendo con todas las condiciones de su estatus migratorio y sin antecedentes penales. Su detención, según The Resurrection Project, que representa legalmente a González, se considera arbitraria y pone en riesgo la vida de su hermano.
La situación es crítica: sin la donación de González, Pacheco enfrentaría una espera de entre cuatro y cinco años para un trasplante de un donante cadavérico, un tiempo considerable durante el cual la tasa de mortalidad para pacientes en diálisis es extremadamente alta. “Siento como si el mundo se me viniera abajo. Denle una oportunidad a mi hermano y a mí una oportunidad de seguir viviendo,” expresó un desconsolado Pacheco.
La comunidad, a través de The Resurrection Project, ha organizado una vigilia en apoyo a los hermanos y exige la liberación de González por razones humanitarias. Tovia Siegel, directora de la organización, ha subrayado la “increíble urgencia” del caso, señalando que las deportaciones a Venezuela se han reanudado. El caso de González pone en evidencia el difícil equilibrio entre la aplicación de las leyes migratorias y la salvaguarda de vidas humanas.
Mientras tanto, José Gregorio, desde el Centro de Detención del Condado de Clay en Indiana, mantiene la esperanza: “Espero poder salir y lograr ese objetivo de darle el riñón a mi hermano”. La decisión final sobre su liberación recae en el ICE, una agencia que hasta el momento no ha emitido comentarios oficiales.
El silencio del ICE y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ante las peticiones de información acrecienta la incertidumbre y la tensión en torno a este caso que ha conmovido a la comunidad hispana en Chicago y más allá. La espera por una respuesta se alarga mientras la vida de dos hermanos, unidos por el destino y separados por la ley, se encuentra suspendida en un delicado equilibrio.