Según información compartida por su hijastra, Talia Menéndez, en redes sociales, Erik enfrentó "cálculos de gran tamaño en ambos riñones", condición que requirió intervenciones urgentes. Aunque su esposa, Tammi Menéndez, confirmó el éxito de las cirugías, su abogado, Mark Geragos, insistió en la gravedad del caso: "Es el candidato ideal para una liberación provisional, sobre todo ahora que su audiencia está a la vuelta de la esquina".
El Departamento de Correccionales de California mantiene silencio sobre detalles médicos, citando leyes de privacidad. Sin embargo, fuentes cercanas al caso revelaron que:
- Los médicos recomiendan una tercera cirugía, aún sin fecha confirmada.
- Su condición sigue siendo monitoreada dentro del penal.
- La junta de libertad condicional evalúa factores de riesgo antes de la audiencia programada para este mes.
Mientras tanto, organizaciones como la ACLU aprovechan para señalar las fallas crónicas del sistema penitenciario estadounidense en materia de salud. "Casos como este exponen la falta de acceso a tratamientos especializados tras las rejas", declaró un portavoz. En California, las liberaciones por motivos médicos son excepcionales y suelen reservarse para enfermos terminales o con padecimientos irreversibles.
En medio de este panorama, el gobernador Gavin Newsom ordenó una evaluación exhaustiva del riesgo que representarían los hermanos Menéndez si obtienen la libertad condicional. Sus defensores celebran el movimiento, pero aclaran: "No es un billete de salida, sino un paso necesario para revisar tres décadas de conducta carcelaria".
