México, DF.
Las perspectivas económicas en México son inciertas, pues hay riesgos de que la expansión sea menor a la esperada y que los precios se incrementen por la devaluación del peso, según el Banco de México. El crecimiento del Producto Interno Bruto en los dos años de la administración actual no ha sido el previsto y la inflación es hoy mayor que lo planteados, o sea que tenemos el mismo dinero para comprar las mismas cosas, pero más caras. Así, ¿cómo ahorrar?
Aquí te dejamos una serie de consejos que pueden ayudarte a cuidar más tu dinero.
Agua
Las cantidades que puedes gastar en estos es muy grande. Mientras que en otros países puedes tomar agua del grifo, aquí la comercialización de agua es todo un negocio.
La propuesta para no entrar en el consumo de esta industria es que compres una botella de plástico (o si quieres reciclar una pero no te durará mucho tiempo) y la lleves llena desde casa. Imagina que diario compras una botella de litro que te cuesta 10 pesos.
A la semana son cincuenta, al mes 200, al año dos mil 400. Por cinco años, gastarías 12 mil pesos.
Puedes comprar un filtro de agua para ahorrarte incluso los garrafones. Un filtro de ósmosis inversa puede costarte cerca de 4 mil pesos, otro de tecnología Pureit poco más de mil 500 pero también los hay desde 400 pesos.
Despacito
y al volante
Conducir agresivamente puede desperdiciar hasta 33% más de combustible. Acelera suavemente, frena con anticipación y mantente en el mismo carril. Esto no sólo ahorra combustible sino que cuida tus frenos y llantas. Todo esto lo recomienda Ford. Si te excedes de velocidad puedes gastar hasta 25% más y si usas aire acondicionado 15%. Baja las cosas que tengas en la cajuela porque eso puede hacerte gastar 4% más.
No enciendas el motor para calentar el auto ya que esto no sirve de nada y gasta más combustible, según una guía de la Procuraduría Federal del Consumidor y la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía.
¡Apaga la luz!
El mayor gasto de luz en una casa -sin aire acondicionado- es la iluminación. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía: 40% se va a este rubro. Le sigue el refrigerador con 29%, el televisor con 13% y otros electrodomésticos.
Aquí consejos para reducir el consumo, según la Comisión Federal de Electricidad: no dejes encendidas lámparas, radios o algún otro aparato eléctrico; mantén limpio el horno y el tostador y usa lámparas fluorescentes (gastan cuatro veces menos de energía). También comprueba que tu instalación no tenga fugas; revisa que tu licuadora tenga aspas con filo para que funcione sin trabajos; plancha la mayor cantidad de ropa cada vez y desconéctala antes de terminar para aprovechar la energía que se acumule.
Lava en frío
Según el Departamento de Energía de Estados Unidos, 90% de la energía que se ocupa para lavar se gasta al calentar el agua. Así que la recomendación es usar menos agua y usar agua más fría. “A menos que trates de sacar manchas de grasas, el agua tibia o fría servirá por lo general para hacer un buen lavado de la ropa. Ajustar el control de temperatura de caliente a tibio puede reducir el uso de energía a la mitad”, sostiene la institución.
Cuando laves ajusta la carga a la cantidad de ropa que vas a lavar y no dejes la ropa en la secadora por horas. Si limpias el filtro de la secadora después de cada carga circulará mejor el aire.
Si vas a comprar apenas una secadora, fíjate que tenga sensor de humedad, así la ropa se apagará apenas esté seca y gastará menos energía.
El reto de los 10 pesos
La especialista en finanzas personales Sonia Sánchez recomienda empezar “el reto de los 10 pesos”.
Éste va así: Recicla una botella de dos litros, hazle una ranura y métele todas las monedas de 10 pesos que caigan en tus manos. Ponle un nombre a tu botella. El reto es que la abras hasta que no le quepa una moneda más.
Sonia asegura que cuando lleves tres cuartos de la botella te vas a dar cuenta que: no extrañas las monedas de 10 y que tendrás más de cinco mil pesos.
Medicinas genéricas
Hay tres formas de comprar medicamentos en México: de patente, genéricos intercambiables y similares.
Los genéricos son aquellos que pueden ser utilizados en lugar del medicamento original y son mucho más baratos que los de patente. ¿Por qué? porque mientras que el laboratorio que desarrolló el de patente invirtió millones en investigación -por eso lo registró bajo una patente que permite que sólo éste la comercialice durante varios años-, los laboratorios que fabrican los genéricos sólo gastaron en su producción, así que son mucho más económicos. En México éstos están avalados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
Marca propia
Hay algunos artículos que puedes comprar de la marca del supermercado, como papel de baño o toallas de papel para la cocina, por ejemplo.
Según una evaluación de calidad realizada por la Procuraduría Federal del Consumidor, dos marcas propias de dos tiendas departamentales por mayoreo estuvieron evaluadas entre los estándares más altos de calidad.
Además, si lo compras de mayoreo en tiendas departamentales puede salirte mucho más económico. Esto mismo se aplica a detergentes y artículos de limpieza.
De temporada
Compra verduras y frutas de temporada ya que además de estar más frescas son más baratas. El ahorro puede ser hasta de 40%. Su frescura y mejor sabor se debe a que no requieren largos traslados ni almacenamiento.
Reducir el desperdicio
¿No te duele tirar alimentos echados a perder? Pues debería. Se estima que en México diariamente se desperdician alrededor de 31 mil toneladas, según la Asociación Mexicana de Bancos de Alimentos. Eso en un país de más de 50 millones de pobres.
Ya que te sentiste mal por el desperdicio y por lo que eso puede costarle a tu bolsillo, aquí vienen los consejos: planifica las compras, diseña menús semanales, revisa tu refrigerador antes de ir al súper para que no compres alimentos que ya hay, y haz una lista de lo indispensable.
No debes ir con hambre al súper para que no te lleves cosas que no necesitas, lee la fecha de caducidad para que no compres productos a punto de fenecer y recuerda que la frase “consumir preferentemente antes de” no significa que después de la fecha ya no va a servir sino que puede que no conserve la calidad esperada a partir de esa fecha.
Ajusta el refrigerador a entre 1 y 5 grados para que se conserven mejor, coloca lo que acabas de comprar hasta atrás para evitar que los adquiridos con anterioridad queden fuera de la vista y se caduquen, aprovecha las sobras como para las siguientes comidas y congela lo que tienes en abundancia.
¡El gas!
El gas LP es el de uso más común en los hogares mexicanos. Una guía de la Procuraduría Federal del Consumidor y la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía recomienda que mantengas cerrados los pilotos y utilices cerillos para prender la estufa; recubras con papel aluminio las charolas que rodean las hornillas para que el calor se refleje; te fijes que la flama sea azul y no naranja (esto te indicará que se está quemando sin el aire adecuado); tapes las ollas y uses el horno sólo cuando tengas que calentar mucha comida.
En cuanto al calentador, pon al mínimo el termostato por las noches, revisa que no haya fugas de gas, instala regaderas economizadoras, si hace frío báñate por la tarde porque en la mañana hace más frío y se necesita más gas para calentarse.
Comer fuera no es negocio
La recomendación irrestricta es: prepara alimentos de casa y llévalos a tu lugar de trabajo.
¿No tienes tiempo? Casi 74% tampoco, según la Profeco. Pero esto puede realmente pegar a tu bolsillo, ya que puedes gastar entre 20% y 80% más si comes fuera de tu hogar.