Brutal agresión a manifestantes en Xochimilco: ¿quién está detrás?

En un acto de violencia sin precedentes, un grupo de choque agredió brutalmente a manifestantes pacíficos en la alcaldía de Xochimilco, Ciudad de México, el pasado 6 de septiembre del 2024. Los manifestantes, provenientes de barrios originarios y colonias de la zona, se encontraban frente a las oficinas de la alcaldía exigiendo el retiro de la carpeta de investigación contra la activista Hortensia Telésforo, acusada por el órgano administrativo de Xochimilco de tomar ilegalmente la biblioteca "Adolfo López Mateos" de San Gregorio Atlapulco.
La agresión, que tuvo lugar alrededor de las [inserte hora], involucró a un grupo de aproximadamente 30 personas que golpearon a los manifestantes con palos, provocando diversas lesiones. Entre los afectados se encuentran reporteros, observadores de derechos humanos y activistas, incluyendo a Francisco Pastrana Basurto, director de asuntos jurídicos de Xochimilco.
De acuerdo con los testimonios recabados, la agresión fue coordinada por individuos provenientes de diferentes demarcaciones de la ciudad:
Los manifestantes exigieron la liberación inmediata de los detenidos, quienes fueron trasladados a la Fiscalía Desconcentrada de Investigación en Tlalpan. Posteriormente, fueron liberados al constatarse que la mayoría eran estudiantes, reporteros y observadores de derechos humanos.
La jefa de gobierno reprobó la violencia ocurrida e informó que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México ya investiga los hechos para proceder legalmente.
La alcaldía ha acusado a Hortensia de haber tomado la biblioteca de forma ilegal, argumentando que esta fue remodelada para convertirse en el primer museo interactivo de la ciencia. Sin embargo, los habitantes de Atlapulco aseguran que la instalación pertenece al poblado y que no deberían de intervenir las autoridades.
El pueblo de Atlapulco ha demostrado una fuerte resistencia a la construcción del museo, considerándolo un acto de imposición por parte del gobierno.
La agresión a los manifestantes en Xochimilco es un grave acto de represión que busca silenciar las voces de los pueblos originarios y de quienes defienden sus derechos. Es imperante que las autoridades investiguen a fondo los hechos y garanticen la seguridad de los activistas, reporteros y observadores que se vieron involucrados.